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Diputados rechazaron el veto a la emergencia en discapacidad

Con 172 votos a favor, 73 en contra y dos abstenciones, la Cámara de Diputados dio este miércoles un duro revés al presidente Javier Milei al rechazar el veto que había impuesto a la ley de Emergencia en Discapacidad.

La oposición logró superar con holgura los dos tercios necesarios y ahora el debate se traslada al Senado, donde el oficialismo se encuentra aún más debilitado. La sesión comenzó pasado el mediodía por impulso de Unión por la Patria, Democracia para Siempre, Encuentro Federal, la Coalición Cívica y el Frente de Izquierda.

El quórum se alcanzó gracias a un amplio abanico de bloques opositores y algunos libertarios disidentes. Marcela Pagano y Carlos D’Alessandro, enfrentados a la conducción de La Libertad Avanza, se sentaron junto a Lourdes Arrieta, exoficialista, en un claro gesto de ruptura con el bloque oficial. También aportaron al quórum los diputados que responden a los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Gustavo Sáenz (Salta), así como sectores del radicalismo, entre ellos Fabio Quetglas, Karina Banfi, Gabriela Brouwer de Koning y Martín Tetaz. La salteña Pamela Calletti también se sumó a la iniciativa.

Giros y arreglos

El resultado mostró cómo los acuerdos electorales incidieron en los votos. Los mendocinos Lisandro Nieri y Pamela Verasay, que en junio habían acompañado la ley, esta vez votaron en contra tras el pacto entre el gobernador Alfredo Cornejo y Karina Milei. Algo similar ocurrió con el chaqueño Gerardo Cipolini, alineado con el gobernador Leandro Zdero, y con el entrerriano Atilio Benedetti, que directamente se ausentó. En contraste, la chubutense Ana Clara Romero cambió su voto negativo por uno afirmativo, y el bloque Innovación Federal, que meses atrás se había dividido, votó en pleno contra el veto. Los diputados del MID, Oscar Zago y Eduardo Falcone, que antes habían estado ausentes, también apoyaron la insistencia de la ley.

La discusión estuvo marcada por fuertes cruces políticos. Vilma Ripoll (Izquierda) advirtió que no rechazar el veto implicaría “personas sin atención, instituciones cerradas y un mayor abandono estatal”. Victoria Borrego (Coalición Cívica) acusó al Gobierno de “violar la Constitución y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”. Pablo Juliano, de Democracia para Siempre, criticó los argumentos del oficialismo sobre el costo fiscal: “La recomposición representa apenas el 0,03% del PBI. No somos golpistas ni degenerados fiscales por defender a las personas con discapacidad”. Margarita Stolbizer (Encuentro Federal) habló de “falta de sensibilidad y de gestión gravísima”, mientras que Eduardo Valdés (UP) pidió “humanizar el debate” y recordó que más de 5 millones de argentinos viven con alguna discapacidad. El presidente de la Comisión de Discapacidad y autor de la iniciativa, Daniel Arroyo, sostuvo que la norma es de “pura justicia y racionalidad económica”, y remarcó que el impacto fiscal es insignificante: “0,003% del PBI”. Desde el oficialismo, Santiago Santurio cerró con duras críticas al kirchnerismo, sin profundizar en el contenido del veto: “Lo de ustedes es lo peor que le pasó a la Argentina. Votamos en contra porque no son la solución”.

El anuncio de Adorni

Mientras en las inmediaciones del Congreso se manifestaban representantes del ecosistema de discapacidad, la oposición avanzó con el rechazo al veto a la emergencia en discapacidad. La gran duda era si haría mella el anuncio que hizo el vocero presidencial, Manuel Adorni, en el que comunicó que “el Gobierno Nacional está considerando un aumento en todas las prestaciones destinadas a personas con discapacidad”.

El anuncio a medias que el funcionario hizo a través de sus redes generó enojo, en especial en la oposición, que viene trabajando en el texto impulsado por Daniel Arroyo (UP) desde febrero de este año. Y, al mismo tiempo, no tuvo impacto. Es más, la oposición reunió más votos que cuando aprobó la iniciativa.

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