Trump dijo que el fallo brasileño le recuerda acusaciones que enfrentó tras el 6 de enero

Trump calificó de “muy sorprendente” la condena que impuso la Corte Suprema de Brasil a Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado. Afirmó que el caso tiene muchas similitudes con sus propios procesos legales.
Donald Trump reaccionó con sorpresa al conocer que la Corte Suprema de Brasil condenó a Jair Bolsonaro por intentar revertir los resultados electorales de 2022. Dijo que es algo que se le parece mucho a lo que intentaron hacer con él aunque, según dijo, “no se salieron con la suya”.
Trump sostuvo que conocía bien el juicio y que veía en Bolsonaro a alguien que él considera un buen presidente de Brasil. Comentó que le había parecido “muy sorprendente” lo que ocurrió. Añadió que la decisión del Supremo brasileño le recuerda las acusaciones y los juicios que enfrentó tras los incidentes del Capitolio en enero de 2021.
El fallo en Brasil fue emitido por mayoría, con cuatro votos contra uno, declarando culpable a Bolsonaro. La sentencia asciende a veintisiete años y tres meses de prisión. Se le acusa de liderar una conspiración para impedir la transición democrática, organizar actividades ilegales vinculadas al poder, y otros delitos relacionados con el ataque al sistema constitucional.
El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, dijo que el veredicto es “injusto” y prometió que su gobierno “responderá en consecuencia”. También cuestionó al juez que presidió la causa, Alexandre de Moraes, calificándolo de abuso de derechos humanos y responsabilizándolo por persecuciones políticas.
Trump publicó mensajes en redes sociales en los que reclamaba que el proceso contra Bolsonaro es similar al suyo. Señaló que ambos juicios se habrían usado con fines políticos al atacar adversarios.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva reaccionó ante comentarios de Washington diciendo que Brasil no acepta interferencias extranjeras. Lula sostuvo que acusaciones contra Brasil son “infundadas” y expresó que cada país debe respetar la soberanía judicial.
Fuente: La Nación