Fabiana Brizo: “La quinua es futuro, pero el INTA vive una crisis que duele”

La ingeniera agrónoma Fabiana Brizo, directora de la Estación Experimental Abra Pampa del INTA, compartió sus reflexiones sobre el potencial de la quinua en la Puna.
En su exposición, Brizo destacó los más de diez años de trabajo de mejoramiento genético de distintas variedades de quinua, esfuerzo que busca inscribir nuevas semillas y fortalecer la producción local con acompañamiento comunitario.
“Aunque no tengas un espacio grande, es muy importante para la nutrición de la familia. Tiene un valor altísimo en proteínas y también en la alimentación animal”, explicó.
La directora señaló que la quinua no solo representa un recurso estratégico para la seguridad alimentaria, sino también una oportunidad económica en ferias y mercados urbanos, aunque la exportación aún requiere superficies mayores y tecnología específica.
Sin embargo, la ingeniera no ocultó su preocupación por la crisis que atraviesa el INTA desde el decreto del 8 de julio, que había dispuesto su baja como ente autárquico. Aunque la medida fue revertida, el organismo todavía enfrenta trabas operativas que afectan incluso su funcionamiento cotidiano.
“Hasta para apagar la luz fue un problema. No podíamos movernos ni cargar combustible. Con este viaje prácticamente terminamos el combustible de la estación”, relató.
Y agregó:
“Seguimos existiendo como INTA, pero necesitamos tiempo para normalizar las cuestiones administrativas y recuperar la confianza política”.
Brizo también cuestionó la falta de recursos materiales y humanos, alertando que los retiros voluntarios reducirán aún más el personal disponible para cubrir territorios extensos desde la Quebrada de Humahuaca hasta la Puna salteña.
Con crudeza, remarcó las dificultades de un organismo debilitado:
“Decían que teníamos un vehículo cada dos personas. Mentira. Nosotros vinimos cinco en una camioneta del 2012. Es doloroso escuchar tanta estupidez”.
A pesar de todo, la investigadora llamó a sostener la esperanza:
“Estamos mucho mejor que hace dos meses, pero necesitamos paciencia. Hay que rearmarnos, porque el INTA es vital para la producción y el desarrollo de nuestras comunidades”.