María Figallo asume la dirección del San Miguel con un nuevo modelo de gestión

Con la designación de María Figallo como directora ejecutiva de la Unidad de Administración de Mercados Municipales (UAMM), la Municipalidad de Salta cerró la etapa de intervención del Mercado San Miguel y puso en marcha un organismo con autonomía administrativa, financiera y operativa.
El desafío de la funcionaria será reconstruir la confianza perdida tras décadas de irregularidades, un incendio devastador y las denuncias que marcaron el último año.
El incendio que cambió la historia
La madrugada del 5 de noviembre de 2024 marcó un antes y un después para el emblemático mercado. Las llamas arrasaron con más del 60% de las instalaciones, destruyendo alrededor de 400 locales y dejando a más de 450 familias sin su fuente de trabajo. Aunque no hubo víctimas fatales, las pérdidas materiales fueron millonarias y la tragedia expuso lo que los puesteros venían advirtiendo desde hacía años: la precariedad de las instalaciones eléctricas, la ausencia de sistemas de seguridad y la falta de controles municipales. Bomberos provinciales y voluntarios coincidieron en que la sobrecarga de material combustible aceleró la propagación del fuego, mientras las investigaciones apuntaban a una falla eléctrica. El hecho puso en evidencia la ausencia de una red contra incendios operativa y la desidia de una administración de más de tres décadas en manos de José “Pepe” Muratore, y sucesivas gestiones de intendentes con múltiples promesas de modernización en gestiones anteriores.
La intervención y las ollas destapadas
Pocos días después del incendio, el intendente Emiliano Durand decretó la intervención del Mercado San Miguel, designando a Emilio Gutiérrez como interventor. Su tarea fue doble: garantizar la continuidad laboral de los puesteros y auditar una administración cuestionada por años de opacidad.
Durante seis meses, Gutiérrez impulsó un censo digitalizado de los comerciantes, implementó la bancarización de pagos y ordenó la relocalización provisoria de más de 200 vendedores en el anexo de Pasaje Miramar 433. También denunció irregularidades heredadas de la gestión de José “Pepe” Muratore, acusado por ediles de connivencia política, favoritismo en la asignación de puestos y abandono de la infraestructura.
Las críticas más duras provinieron entonces de la concejala Agustina Álvarez Eichele, quien calificó la gestión pasada como un “curro descarado” y anunció denuncias judiciales contra Muratore. Para la edil, el incendio fue “la consecuencia visible de décadas de desidia y complicidades”.
De la intervención a la nueva institucionalidad
La creación en junio de este año, de la UAMM, aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante en 2025, representó un giro estructural en la administración de los mercados municipales. El nuevo ente reemplaza al viejo esquema mixto que incluía a la Fundación San Miguel, señalado como una “caja negra de poder y negocios”. Con autonomía administrativa y financiera, la UAMM tendrá la potestad de otorgar y revocar permisos, fiscalizar normas sanitarias y de seguridad, planificar obras de infraestructura, ordenar la zonificación de los mercados y transparentar los ingresos y egresos a través de plataformas digitales de acceso público. El intendente Durand celebró la transición y sostuvo que “empieza una etapa moderna, transparente y eficiente para los mercados de Salta”.
El doble desafío de la directora de UAMM
María Figallo, funcionaria de confianza del Ejecutivo municipal, y hermana del ex puma Juan “Chipi” Figallo (según remarcaron este martes portales locales), asumió este miércoles como directora ejecutiva de la UAMM. Su gestión arranca con un doble desafío: consolidar las mejoras alcanzadas durante la intervención y encarar la reconstrucción del Mercado San Miguel en un contexto de desconfianza social y denuncias latentes.
“Venimos a consolidar el compromiso del intendente con el Mercado San Miguel y los mercaditos como espacios vitales de trabajo, encuentro y cultura. Cada recurso será administrado con responsabilidad y cada acción responderá al interés de la comunidad”, expresó al asumir.
Sin embargo, el camino no será sencillo. Deberá enfrentar la presión de los puesteros que aún esperan definiciones sobre la reconstrucción del área incendiada, garantizar reglas claras en la adjudicación de locales —ahora bajo concurso público— y sostener un proceso de transparencia que rompa definitivamente con la opacidad del pasado.
El primer punto a tener en cuenta para la flamante administradora será la reciente denuncia de la concejal Agustina Álvarez Eichele denunció que, pese a la ordenanza aprobada para evitar intermediarios en el Mercado San Miguel, los puesteros siguen siendo obligados a pagar a una fundación en lugar de hacerlo directamente a la municipalidad.
La historia reciente del Mercado San Miguel muestra cómo una tragedia pudo convertirse en punto de inflexión para un cambio largamente postergado. El incendio expuso fallas estructurales, la intervención permitió blanquear irregularidades y la creación de la UAMM busca fundar un modelo con mayor control y participación.