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Qatar y Turquía se suman al diálogo con EE.UU. para impulsar un alto al fuego en Gaza

En el tercer día de negociaciones entre Israel y Hamás en Egipto, Estados Unidos, Qatar y Turquía se integraron al diálogo para impulsar un alto el fuego duradero. También resolver disputas clave sobre rehenes y gobernanza en Gaza.

Las conversaciones indirectas entre Israel y Hamás, que se desarrollan en Sharm el Sheij (Egipto), entraron en una nueva fase con la participación directa de delegaciones de Estados Unidos, Qatar y Turquía. Su ingreso al debate representa un intento por fortalecer el proceso diplomático y superar los escollos que han puesto en riesgo el éxito de la tregua.

Hasta ahora, a las negociaciones lo coordina principalmente por Egipto como anfitrión. La incorporación de mediadores adicionales busca aportar respaldo político, credibilidad internacional y garantías para la implementación del eventual acuerdo. En el caso de Qatar, se espera que su primer ministro, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, asuma un rol activo en las reuniones. Mientras que Turquía enviará a su jefe de Inteligencia, Ibrahim Kalin, para coordinar puntos técnicos con las partes involucradas.

Asimismo Hamás ya envió a Israel una lista de prisioneros que pretende liberar como parte del acuerdo. No obstante, siguen generando fricción aspectos como la retirada de tropas israelíes, el papel que Hamás tendría en el futuro de Gaza y el mecanismo para supervisar el cumplimiento del acuerdo.

Estados Unidos juega un papel estratégico como impulsor del plan de paz que lo presentó el presidente Donald Trump. Ese esquema propone fases escalonadas para el cese del fuego, el intercambio de prisioneros y la transición administrativa en Gaza bajo supervisión internacional. Pero su éxito depende de que las partes acepten compromisos que hasta ahora han sido objeto de resistencia.

En este contexto, la acción de Qatar y Turquía aparece como un refuerzo para que las garantías diplomáticas no se queden en promesas. Además requieren que se traduzcan en mecanismos concretos de supervisión y verificación. La presión internacional también puede jugar un rol decisivo para disuadir retrocesos y exigir transparencia en la ejecución.

Fuente: Infobae

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