Rusia atacó una central térmica en Ucrania, dejando a 4.500 usuarios sin luz

Un ataque ruso contra una central térmica en Ucrania dejó fuera de servicio el suministro eléctrico para más de 4.500 usuarios en la región de Cherníguiv. Mientras tanto las autoridades luchan por restaurar la infraestructura y proteger servicios esenciales.
Durante la noche, fuerzas rusas protagonizaron un bombardeo que impactó directamente contra una central térmica operada por DTEK en la región de Cherníguiv. Asimismo causaron daños graves en el equipo eléctrico. La operadora reportó que fuerzas ucranianas interceptaron 154 de los 183 drones utilizados en el ataque.
Como consecuencia del ataque, más de 4.500 abonados en la zona quedaron sin servicio eléctrico. La empresa pública encargada del servicio en Cherníguiv informó que el corte afectó hogares y negocios por igual, mientras técnicos ya trabajan para reponer el suministro.
La central alcanzada se encuentra en una de las zonas más expuestas al fuego cruzado, dada su proximidad a la frontera con Bielorrusia y Rusia. Desde el comienzo de la guerra, las instalaciones energéticas ucranianas han sido blanco prioritario para debilitar la resiliencia civil.
En respuesta al apagón, el presidente Volodímir Zelensky anunció medidas para amortiguar el impacto sobre los ciudadanos. Una de las iniciativas clave será fijar un precio del gas natural para los hogares, con la intención de evitar que las familias enfrenten subas abruptas en medio de cortes de energía.
El ataque de esta noche se suma a una serie de agresiones contra infraestructuras críticas del país. En paralelo, desde el Servicio Estatal de Emergencias ucraniano reportaron bombardeos en otras regiones como en la localidad de Marhanets. Al sur, tres personas resultaron heridas tras impactos de lanzacohetes múltiples. En Zelenodolsk también hubo heridos y en Novopilsk se desató un incendio luego del impacto de un dron en un edificio de cinco pisos.
El patrón de agresiones revela una estrategia sistemática: dirigirse no solo a objetivos militares sino a redes esenciales para la vida cotidiana. Tal como ya lo advirtió el gobierno ucraniano, los ataques al sistema eléctrico buscan generar presión política, desgaste social y agravar la crisis humanitaria cuanto más se acerque el invierno.
Fuente: Infobae