Testigos contaron hechos sexuales que tuvieron como protagonista a Javier Saavedra
Ocho testigos prestaron declaración, en la audiencia de ayer, en el juicio que se sigue contra Adrián Guillermo y Carlos Damián Saavedra, acusados como coautores del homicidio calificado de Jimena Beatriz Salas.
Intervino la Unidad Fiscal, integrada por los fiscales penales Mónica Poma, Leandro Flores y Gabriel González, quienes representan al Ministerio Público Fiscal.
Los imputados enfrentan cargos por homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, criminis causa, concurso premeditado de dos o más personas y femicidio.
Testimonio de una excompañera de Javier Saavedra
La primera testigo fue una mujer que, entre 2018 y 2019, trabajó junto a Javier Saavedra en una ONG de Santa Victoria Este. Declaró por videollamada y relató que compartían una vivienda provista por la organización, con habitaciones separadas. Contó que una noche encontró a Saavedra acostado a su lado, alegando que había tenido una pesadilla.
Dijo que le pidió que se retirara y que luego informó el hecho a las autoridades de la ONG, quienes decidieron desvincularlo.
La testigo agregó que, tiempo después, supo que Saavedra había sido expulsado por otro incidente con una compañera, quien manifestó haberse sentido vulnerada en su integridad sexual. Mencionó además otros episodios sospechosos: el ingreso forzado a la vivienda que compartían —donde hallaron todo mojado— y el robo de una valija y equipos informáticos.
Afirmó que la situación la afectó profundamente, al punto de abandonar su trabajo por temor y sensación de inseguridad.
Tras su despido, supo que Saavedra se había trasladado a vivir en un convento de monjas en la misma localidad.
Declaraciones de testigos de la defensa
Posteriormente, declararon testigos propuestos por la defensa, entre ellos un religioso que habló sobre la participación de Saavedra en tareas de voluntariado, y una excompañera universitaria que colaboró con él en actividades comunitarias en Villa Floresta. Esta última señaló que en 2017 el acusado se movilizaba en un automóvil marrón con vidrios polarizados.
También brindaron su testimonio otra integrante del voluntariado, un jardinero que trabajaba en Vaqueros el día del crimen, el titular de una fundación y un conocido de la víctima que compartía con ella actividades literarias.
Asimismo, declararon una exfuncionaria municipal del área social, un vendedor ambulante que recorrió la zona el día del hecho y una vecina del barrio San Nicolás.
Dos amigos de los hermanos Saavedra, vinculados al club Gimnasia y Tiro, coincidieron en que los conocían por asistir juntos a reuniones y partidos.
Uno de ellos mencionó que los acusados utilizaban un llavero del club y que poseían dos vehículos: uno azul y otro marrón.
Por último, un asesor legal de la Universidad Católica de Salta informó que Javier Saavedra no rindió ninguna materia durante el año 2017.



