Guerra en Sudán agrava y genera conflicto ante la caída de El Fasher
La toma por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido del último bastión del Ejército en Darfur Norte en Sudán intensifica la crisis humanitaria y abre interrogantes sobre el rumbo político del país.
La guerra en Sudán atraviesa un momento clave con la caída de El Fasher, la capital de la región de Darfur Norte, que hasta ahora funcionaba como uno de los últimos baluartes del Ejército sudanés. Las milicias paramilitares conocidas como las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han invadido el cuartel central. También se han hecho con el control total de la ciudad, debilitando lo que quedaba del poder militar en esa zona estratégica.
Durante más de 18 meses, El Fasher estuvo contemplada por los habitantes que sufrieron interrupciones constantes en el suministro de alimentos, agua y atención médica. Su caída representa no solo una derrota simbólica para el Ejército, sino también una amenaza latente para la integridad de comunidades enteras que ya padecían un deterioro sistemático.
Organismos internacionales han alertado acerca de ejecuciones sumarias, posibles crímenes de guerra y violencia motivada por razones étnicas. En algunos testimonios, combatientes de la RSF profirieron insultos racistas contra poblaciones africanas no árabes de Darfur, lo que reaviva el temor a campañas de exterminio selectivo. Además, videos verificados muestran milicianos celebrando dentro de instalaciones militares y escenas de pánico entre civiles que intentan huir o lo asesinaron en el camino.
Más de 26.000 personas han escapado de El Fasher hacia poblados cercanos o hacia ciudades aledañas, mientras que el conflicto ya ha forzado a más de 14 millones de sudaneses a abandonar sus hogares. En Darfur, muchas localidades vuelven a ser escenarios de desplazamientos masivos, tan solo dos décadas después del genocidio que dejó cientos de miles de víctimas.
El general Abdel Fatah al Burhan, líder del Ejército y figura central del poder militar, reconoció que las tropas se retiraron ante la “destrucción sistemática y los asesinatos” que se producían alrededor. Prometió revertir la situación y responsabilizó a las RSF de traición y masacres.
Fuente: Infobae



