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Lula y Macron refuerzan cooperación contra crimen transnacional en la Amazonía

En el marco de la cumbre climática de la COP30, los presidentes de Brasil y Francia acordaron incrementar acciones conjuntas para combatir el narcotráfico, la tala y la minería ilegal a lo largo de la frontera amazónica.

Durante una reunión bilateral en la ciudad brasileña de Belém, al margen de la COP30, el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y su homólogo francés Emmanuel Macron coincidieron en la necesidad de reforzar la cooperación policial para frenar el crimen organizado que opera en la extensa zona fronteriza entre Brasil y la Guayana Francesa, unos 730 kilómetros de selva y ríos.

La propuesta de Brasil contempla que Francia designe un agregado que se integre al Centro de Cooperación Policial Internacional de la Amazonía. Esto ocurrió con fin de fortalecer las labores de inteligencia frente a actividades ilícitas que afectan la región, como el narcotráfico, la tala ilegal y la minería ilegal, controladas por organizaciones como Comando Vermelho y el PCC.

Este nuevo acuerdo entre Brasil y Francia se produce en un contexto donde la preservación del bosque amazónico se vincula con la seguridad regional. Dado que las redes delictivas aprovechan la geografía remota para operar con relativa impunidad. Según el anuncio, la incorporación de Francia al centro de cooperación estaría enfocada en modernizar los mecanismos de intercambio de información y coordinar acciones conjuntas en territorio amazónico.

Además de la agenda de seguridad, los líderes abordaron otros temas de interés mutuo. Lula expresó su esperanza de que este año se firme el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea. También dialogaron sobre el Fondo para los Bosques Tropicales para Siempre (TFFF), al cual Francia destinará 500 millones de euros como parte de una estrategia para contener la deforestación y conservar biodiversidad.

El centro de cooperación policial amazónico fue inaugurado en septiembre y ya se orienta a la acción conjunta de países de la cuenca para enfrentar delitos transfronterizos. Con la adhesión de Francia, se busca ampliar el alcance operativo del centro, integrando capacidades europeas en patrullaje fluvial, vigilancia satelital y coordinación internacional de inteligencia.

En su intervención en redes sociales, Lula enfatizó que los bosques deben valorarse “en pie” y que los servicios ecosistémicos que ofrecen como almacenar carbono y regular el agua deben integrarse a los cálculos del PIB de los países. Asimismo, subrayó que los fondos verdes disponibles hasta ahora no están a la altura del desafío que representan los ecosistemas tropicales.

La apuesta brasileño-francesa representa un paso concreto hacia una alianza estratégica donde la conservación del medio ambiente y la seguridad se entrelazan. En la práctica, la cooperación policial reforzada apunta a reducir los vacíos de poder que permiten a las bandas delictivas prosperar en zonas fronterizas poco vigiladas y de difícil acceso.

Fuente: Infobae

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