EE.UU. ataca embarcación narcotraficante en el Caribe y mata a tres personas
Las fuerzas armadas estadounidenses destruyeron una embarcación que transportaba narcóticos en aguas del Caribe. Además resultó tres muertos identificados como traficantes, mientras aumentan las críticas por el uso de fuerza letal en el marco de la lucha antidroga.
El gobierno de los Estados Unidos anunció que sus fuerzas navales realizaron otra acción en alta mar para neutralizar una lancha vinculada al narcotráfico que operaba en rutas marítimas del Caribe con destino hacia su territorio. El secretario de Defensa declaró que la embarcación estaba operada por una organización que EE.UU. considera terrorista. Además indicó que la decisión de actuar se basó en inteligencia que la situaba transportando estupefacientes hacia territorio norteamericano.
De acuerdo con la vocería oficial, el ataque se efectuó en aguas internacionales, sin participación estadounidense herida, y con el propósito de impedir que cargamentos ilícitos ingresaran al país, según se informó. Con la muerte de tres presuntos traficantes en esta operación, el total de víctimas fatales en la campaña militar-marina contra el narcotráfico y la “guerra contra los carteles” ya asciende a decenas de personas.
El presidente Donald Trump ha calificado esta serie de acciones como parte de un conflicto armado en curso con organizaciones de narcotraficantes que, según su gobierno, amenazan la seguridad de EE.UU. Estas operaciones se han intensificado desde septiembre de este año, incluyendo el hundimiento de varias embarcaciones sospechosas de transportar cocaína u otros estupefacientes hacia el país.
La operación ha generado también un debate internacional y doméstico sobre su legalidad. Expertos en derecho internacional y grupos de derechos humanos han cuestionado la justificación para usar fuerza letal en aguas internacionales sin entregar pruebas públicas de que los tripulantes representaban una amenaza inminente o estaban formalmente identificados como criminales.
Por su parte, países de la región han observado con atención estos movimientos militares, dados sus posibles efectos sobre la soberanía marítima y la estabilidad en zonas costeras vulnerables al tránsito de tráfico ilícito. Algunos gobiernos han expresado preocupación por el precedente que podría implicar esta práctica de atacar embarcaciones sin intervención judicial o detención previa.
En este escenario, el anuncio del gobierno estadounidense destaca como un paso más en la línea de su política de mano dura contra el narcotráfico, ampliando el uso de las fuerzas militares más allá de las tradicionales agencias de interdicción. Sin embargo, la ausencia de transparencia sobre la inteligencia operativa y las condiciones exactas del ataque continúa provocando interrogantes.
Fuente: Infobae



