Sobre el Peaje Chalicán, en la provincia de Jujuy, los uniformados controlaron dos vehículos, uno oficiaba de remis y el otro como “puntero”, los cuales estaban ocupados por dos hombres mayores de edad.
Durante la inspección de los rodados, los funcionarios con la asistencia del can “Lev” encontraron compartimientos en el paragolpes trasero y sector lateral del guardabarros, donde se extrajeron 45 “ladrillos” con la droga.
Quedaron detenidos.
Personal de la Unidad de Inteligencia Criminal “Salta” llevó a cabo tareas de investigativas en infracción a la Ley 23.737, la cual culminó en la detección del traslado de estupefacientes sobre la Ruta Nacional N° 34, provincia de Jujuy.
Tras las pesquisas, los funcionarios efectuaron las coordinaciones con los efectivos del Escuadrón 60 “San Pedro” para desplegar un control sobre el Peaje Chalicán.
El pasado domingo, los gendarmes con la asistencia del can “Lev” procedieron a detener la marcha de un automóvil Kia que oficiaba de remis, en el mismo viajaba el principal investigado, y otro vehículo que actuaba de “puntero” que era conducido por un hombre mayor de edad.
Al registrar ambos rodados, los uniformados realizaron el pasaje con el perro detector de narcóticos, el cual confirmó la presencia de estupefacientes al pasar por uno de los vehículos.
Ante la marcación positiva, el personal de la Fuerza requisó el paragolpes trasero y el sector lateral del guardabarros, en esos lugares detectaron un comportamiento donde se acondicionaban 45 “ladrillos” que contenían 46 kilos 867 gramos de cocaína.
La Unidad Fiscal Federal de Salta orientó el decomisó de la droga y del auto Kia, los cuales quedaron a disposición de la justicia. Asimismo, el conductor del rodado Toyota y el pasajero del remis quedaron detenidos, en infracción a la Ley 23.737.
Intervinieron en el operativo, la Unidad de Inteligencia Criminal “Jujuy” y el Grupo Operativo de Lucha Contra el Narcotráfico (GOCNOA).
Una abuela vendía droga con su nieta
La mujer de 58 años ya tenía condenas previas. El 20 de noviembre del año pasado se realizó un allanamiento en su domicilio y allí encontraron drogas y elementos para su venta.
Al momento del procedimiento, en el domicilio se encontraba la nieta de la acusada, una niña de 13 años. Ella al ver a la policía se asustó y tiró al suelo un envoltorio de polietileno que contenía veintinueve pequeños sobres con droga.
La maniobra de venta quedó grabada por la policía durante la vigilancia que se había realizado antes. La pequeña se sentaba en la vereda a jugar y su abuela le daba los envoltorios para que tenga a mano. Cuando se acercaban los compradores la niña era la que realizaba la conocida maniobra de “pasamanos”.
La jueza de la Sala II del Tribunal de Juicio de Tartagal, Asusena Margarita Vásquez, condenó a la abuela a la pena de ocho años de prisión de ejecución efectiva por ser autora del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravada por servirse de un menor de edad, y además le impuso una multa.
En un estacionamiento
El juez de Garantías Diego Rodríguez Pipino declaró procedente el acuerdo de juicio abreviado alcanzado por las partes.
El hombre de 26 años reconoció su participación y responsabilidad en los hechos imputados, y fue condenado a la pena de dos meses de prisión efectiva por ser autor del delito de robo. Pero en septiembre pasado había sido condenado y esa condena seguía vigente por lo que el juez unificó ambas en la pena única de un año de prisión de ejecución efectiva.
Además, se mantuvo la declaración de reincidente por segunda vez que ya había sido dictada en la sentencia anterior. Será incorporado en el Banco de Datos Genéticos.
El hecho ocurrió el día 9 de marzo pasado cuando ingresó en una playa de estacionamiento ubicada en calle Caseros, violentó la cerradura de la oficina de cobros y desde allí sustrajo una campera. Luego fue hasta un tráiler que se encontraba estacionado y también sustrajo una campera de cuero para motociclista. Sus movimientos quedaron registrados en las cámaras privadas del lugar.



