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Cuatro años de prisión para una mujer que usaba una panchería para vender pasta base

La Justicia condenó a cuatro años de prisión efectiva a Natalia Laxi, detenida el pasado 31 de octubre con más de 4.700 dosis de pasta base de cocaína en un operativo encabezado por la Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad (UFINAR).

La sentencia fue dictada por el juez Antonio Pastrana tras una audiencia flexible y multipropósito en la que la acusada admitió su responsabilidad en el delito de comercialización de estupefacientes. El fiscal penal de la UFINAR, Gustavo Torres Rubelt, representó al Ministerio Público Fiscal y detalló la prueba reunida durante la investigación. Tras conocerla, Laxi reconoció haber utilizado una panchería del barrio Ceferino como fachada para la venta de drogas, donde realizaba transacciones en horario nocturno bajo la modalidad de pasamanos.

Una investigación iniciada por una denuncia anónima

La causa se originó a partir de una presentación anónima realizada mediante el sitio web fiscalespenales.gob.ar, donde se advertía que en el local de comidas se comercializaban estupefacientes. Con esa información inicial, el fiscal Torres Rubelt dispuso que el grupo SINAR 6 de la Policía de la Provincia realizara tareas de vigilancia y recopilación de pruebas. Los investigadores identificaron a Laxi y confirmaron que residía en barrio Primera Junta, desde donde se trasladaba a diario hasta Ceferino. En distintos días y horarios, especialmente por la noche, la registraron intercambiando dinero por dosis de pasta base con compradores que llegaban en vehículos, motocicletas, bicicletas o caminando. La pesquisa también determinó que la mujer utilizaba a consumidores adictos como “campanas”, quienes alertaban sobre movimientos en la zona a cambio de dosis.

Con las pruebas acumuladas, la Fiscalía solicitó al Juzgado de Garantías el allanamiento de dos domicilios vinculados a la investigada. El operativo se concretó el 31 de octubre y permitió el secuestro de más de 4.700 dosis de pasta base, además de teléfonos celulares, dinero en efectivo, un aire comprimido y otros elementos de fraccionamiento utilizados para la comercialización. Tras su detención y ante la contundencia de la prueba, la acusada optó por reconocer el delito. El juez Pastrana homologó el acuerdo y dictó la pena de cuatro años de prisión efectiva. La condena se inscribe en el marco del trabajo que la UFINAR lleva adelante para desarticular redes de narcomenudeo en distintos barrios de la ciudad, muchas veces ocultas detrás de comercios de apariencia legítima.

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