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Con más imputados, amplían la investigación hasta mayo, de la red que captaba estudiantes

Se amplió el período para investigar a la red de trata de personas hasta el 29 de mayo de 2026. Los acusados enfrentan cargos por supuesta captación de alumnas del colegio secundario.

La causa que se conoció en septiembre está a cargo del fiscal general Eduardo Villalba y la auxiliar fiscal Roxana Gual, y el juez federal de Garantías N°1, Julio Bavio.

El 11 de septiembre pasado, se detuvieron a cuatro personas, que fueron imputados como coautores del delito de trata de personas con fines de captación, promoción, facilitación y explotación sexual, agravada por la vulnerabilidad, minoridad y cantidad de víctimas; el número de intervinientes y por haberse consumado la explotación.

Luego se sumaron otro cinco implicados, a quienes también se les imputó su participación en la red de trata sexual.

También en ese lapso de investigación se sumaron más víctimas que pasaron de 3 a 33 y no se descarta la posibilidad de que existan más adolescentes afectadas.

Iniciado el caso, la responsable del Área de Víctima de la Fiscalía de Distrito, la psicóloga Verónica Olguín Rufino, llevó adelante una tarea de contención que permitió a las chicas revelar detalles de cómo funcionaba la red de trata y también detectar a otras adolescentes captadas. Actualmente, se llevan a cabo distintas Cámara Gesell, medida clave para terminar de cerrar el círculo delictivo.

Ahora se avanza en peritajes a teléfonos y otros dispositivos que se secuestraron en los allanamientos

De los nueve detenidos, ocho están imputados como coautores del delito de trata de personas con la finalidad de promoción, facilitación y explotación sexual, agravada por la vulnerabilidad, la minoridad y cantidad de las víctimas; por el número de intervinientes y por haberse consumado su explotación. Cinco de ellos, en tanto, están acusados de ser miembros de una asociación ilícita destinada a la facilitación y promoción de la prostitución.

Además de las pruebas que se van obteniendo, son de suma importancia los detalles que fueron revelados por las víctimas, tanto respecto a la identificación de cada uno de los implicados, como los lugares en que se consumaba la explotación sexual, tales como hoteles alojamientos ubicados sobre la ruta 26, o bien, en las viviendas de algunos de los acusados.

No obstante, la fiscalía sostuvo que aún resta analizar un gran cúmulo de material probatorio que podría develar otros delitos, o bien, identificar a otras personas implicadas en esta red de trata sexual, siendo este uno de los argumentos que fue expuesto para solicitar la ampliación del plazo de investigación, fijado por el juez para el 26 de marzo del 2026.

El otro fundamento expuesto estuvo vinculado a las entrevistas en Cámara Gesell que aún están en proceso, un elemento que fue considerado vital.

Los acusados les pedían a las víctimas “consigan más amigas”

En los celulares se fueron advirtiendo la perversidad de la causa en la que si eran mayores de 18 años se las descartaba, se pedía, según algunas preferencias sexuales o características físicas.

La primera denuncia del caso se radicó el 26 de junio del año pasado, cuando la mamá de una de las víctimas se mostró sorprendida por el celular de alta gama que tenía su hija y, al revisarlo, vio mensajes de índole sexual, entre ellos uno enviado por un remisero actualmente imputado, a través del cual hacía alusión a su otra hija de 12 años.

La denuncia motivó la apertura de una causa penal en la justicia provincial.

Sin embargo, tras analizar el contenido del teléfono secuestrado al remisero, el fuero ordinario pidió su incompetencia, bajo la hipótesis de un posible caso de trata de personas.

La investigación pasó al ámbito de la Fiscalía de Distrito del MPF a mediados de este año, tras una audiencia en la que se declaró la competencia federal.

Con señalamientos precisos sobre el rol de cada uno de los acusados, la fiscalía describió cómo se había originado la red de trata sexual y cuál era su objetivo principal.

“A tal punto era la perversidad de los acusados que descartaban a las adolescentes de avanzada edad. Cuando ya cumplía los 18 años, las desechaban”, se puntualizó.

Si bien el fiscal general identificó al remisero como el fundador de esta red, quien recibía dinero por coordinar los servicios sexuales, no fue el único que tenía a su cargo la captación, sino que todos tuvieron parte en ello, ya que el común denominador en las víctimas es el indicativo de que los acusados “les pedían que consigan más amigas”.

También en los mensajes se advertía que solicitaban los “clientes” ciertas características de las jovencitas, tanto sea para despedidas de solteros o si las pedían para después de los partidos de fútbol.

Por otra parte, se les pedían ciertas prácticas sexuales.

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