Seguirá en prisión un policía acusado por el delito de vejaciones
La Sala IV del Tribunal de Impugnación rechazó el recurso de apelación interpuesto por los abogados defensores del policía Ignacio Esteban Zurita.
La defensa intentó revocar la resolución dictada por la Sala V del Tribunal de Juicio del distrito Centro, la que desestimó el pedido de revisión de la prisión preventiva.
El Tribunal de Impugnación, en su fallo, sostuvo que tiene dicho en numerosos precedentes que el ordenamiento procesal ha otorgado al imputado la posibilidad de solicitar, de manera continua, su libertad mediante la revisión de la prisión preventiva ya dictada, pero supedita su procedencia a la incorporación de algún elemento que modifique, a favor de suposición, las bases en que se sustentó la medida.
Del análisis del caso, sin embargo, no surge de la presentación de la defensa, la invocación de algún elemento nuevo con entidad para modificar las razones que sustentaron el mantenimiento de la medida y que, por ende, autoricen a revocar la prisión preventiva impuesta a Ignacio Esteban Zurita.
Vejaciones
El imputado está acusado por los delitos de vejaciones en concurso real, con allanamiento ilegal y privación ilegítima de la libertad y sus acumuladas: por vejaciones calificadas y lesiones leves en concurso ideal; por vejaciones calificadas y falsedad ideológica, en concurso real; por severidades calificadas y lesiones leves en concurso ideal; por vejaciones calificadas en concurso ideal, con lesiones graves.
Por su parte, el Tribunal de Juicio Sala V del distrito Centro, notificó al fiscal penal de Derechos Humanos, Gabriel González, que la audiencia de debate pública por la causa en la que se encuentran imputados, además de Ignacio Esteban Zurita, otros dos efectivos policiales: Pablo Exequiel Toledo y Rómulo Segovia, fue fijada entre el 20 y el 27 de septiembre del presente 2.022.
Múltiples causas
Cabe recordar que los tres efectivos policiales fueron detenidos el lunes 19 de abril de 2.021, imputados en múltiples causas, mientras se desempeñaban en la División de Seguridad Urbana.
De las múltiples causas, se tiene que los efectivos policiales acusados acometieron contra la integridad física de numerosas personas (entre las cuales se encontraban dos menores de edad), y en muchas situaciones y sin motivo alguno, les dispararon con armas no letales. Uno de los damnificados, Luciano Cruz, perdió un ojo por la violencia con la que actuaron los encartados y tenía comprometido el otro, según había trascendido en publicaciones periodísticas.
Peligro de fuga
Al fundar la prisión preventiva, la fiscalía sostuvo que los diferentes elementos colectados durante la investigación, permiten sostener la sospecha fundada de que los acusados podrían incurrir en la hipótesis configurativa del peligro cierto de fuga, con la posibilidad cierta de que los imputados no se sometan a los requerimientos del sistema judicial.
En este sentido, surgieron indicios vehementes de que los acusados hicieron del delito su medio de vida, sin mostrar arrepentimiento alguno, pues no resulta un dato menor considerar estos efectivos forman parte de las fuerzas de seguridad provincial y que su deber es el de garantizar la seguridad pública y no la comisión incesante de hechos ilícitos contra la sociedad.