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Vencen U$S 117 millones y Rusia no puede pagar al FMI por el bloqueo

Este miércoles vencen U$D 117 millones en intereses que Rusia no tiene forma de pagar al FMI. Tras la invasión a Ucrania los países occidentales congelaron parte de las reservas internacionales del país y lo desconectaron del sistema de pagos internacional.

El ministro de Finanzas analiza pagar en rublos en lugar de dólares o pedir asistencia a China. Si no se puede pagar, se convertiría en el tercer default de Rusia, luego de los de 1918 y el de 1998.

Este miércoles el país tiene que pagar unos USD 117,2 millones en vencimientos de intereses y, si bien ordenó a su banco corresponsal cumplir con esa obligación que tiene con el FMI, es posible que las sanciones que pesan sobre él impidan que el dinero llegue a los tenedores de los bonos.

Para el presidente ruso Vladimir Putin sería el primer default ruso desde 1998 y el primer default en deuda denominada en moneda extranjera desde 1918, cuando la revolución repudió las obligaciones financieras contraídas en los años previos.

Rusia tiene con qué pagar y, hasta donde se sabe, tiene la intención de hacerlo. Pero como los USD 640.000 millones en reservas de divisas de Rusia están en gran parte congelados luego de la invasión a Ucrania, es posible que no pueda hacer parte de los pagos. Los que se supone que se concreten en moneda estadounidense.

Ayer por la mañana, el Ministerio de Finanzas ruso anunció que aprobó un procedimiento temporal para el reembolso de las deudas en divisas, pero que se utilizarán rublos si es necesario.

El ministro de Finanzas, Anton Siluanov, dijo en un comunicado que “las afirmaciones de que Rusia no puede cumplir sus obligaciones de deuda soberana son falsas”.

“Tenemos los fondos necesarios para cumplir con nuestras obligaciones”, agregó y dijo que Rusia tiene que pagar los cupones de sus eurobonos el 16 de marzo y ya dio la orden a los bancos occidentales para que realicen la operación.

“Si vemos complicaciones en la ejecución de la orden, el martes prepararemos una orden de transferencia pertinente en el equivalente en rublos”, dijo Siluanov en una entrevista televisiva citada por Reuters.

Varios bancos rusos fueron excluidos de la red de pagos internacionales SWIFT, lo que dificulta los esfuerzos para mover el dinero fuera de Rusia.

Siluanov también sugirió que Rusia utilizará sus reservas de yuanes para liquidar sus necesidades de divisas, pero eso también podría contarse como un impago. Si no se paga, Rusia tendrá un periodo de gracia de 30 días antes de caer formalmente en default.

Los gobiernos occidentales temen, incluso, que China asista para los pagos, en una muestra firme de apoyo que pueda complicar aún más la tensión global.

La moneda china representaba el 13,1% de las reservas de divisas del banco central ruso en junio de 2021, frente a sólo el 0,1% en junio de 2017, y las tenencias de dólares de Moscú cayeron al 16,4% desde el 46,3% en el mismo período.

China es el principal mercado de exportación de Rusia después de la Unión Europea. Las exportaciones rusas a China tuvieron un valor de 79.300 millones de dólares en 2021, de los cuales el petróleo y el gas representaron el 56%, según la agencia de aduanas china.

Aunque algunos bonos rusos denominados en moneda extranjera -los emitidos a partir de 2018- permiten los pagos en rublos si no pueden hacerse en otras monedas (como dólares, euros, francos suizos o libras esterlinas), eso no aplica a los pagos de este miércoles.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, dijo el domingo que las sanciones impuestas por los gobiernos occidentales a Rusia en respuesta a su invasión de Ucrania provocarían una fuerte recesión este año. Añadió que el FMI ya no ve el impago de la deuda soberana rusa como un “evento improbable”.

Su advertencia siguió a la de la economista jefe del Banco Mundial, Carmen Reinhart, quien advirtió la semana pasada que Rusia y su aliada Bielorrusia estaban “muy cerca” de incumplir los pagos de la deuda.

Sin embargo, a pesar del alto riesgo de impago, Georgieva del FMI dijo a la CBS que una crisis financiera más amplia en caso de impago ruso era poco probable por ahora, considerando que la exposición de los bancos mundiales a Rusia, de 120.000 millones de dólares, “no es sistemáticamente relevante”.

La agencia de calificación crediticia Fitch rebajó la semana pasada la calificación de la deuda soberana rusa a “C”, indicando que “un impago soberano es inminente”.

Por su parte, S&P Global Ratings también rebajó las calificaciones crediticias soberanas de Rusia en moneda extranjera y local a “CCC-” por considerar que las medidas adoptadas por Moscú para mitigar el aluvión de sanciones sin precedentes impuestas por Estados Unidos y sus aliados “probablemente aumentarán sustancialmente el riesgo de impago”.

Moody’s también recortó la calificación crediticia de Rusia a principios de este mes hasta su segundo nivel más bajo, citando los mismos controles de capital del banco central que podrían dificultar los pagos en divisas, lo que provocaría impagos.

Economistas de Deutsche Bank señalaron que los 30 días de gracia antes de oficializar el default pueden ser claves.

“Treinta días todavía dan tiempo para que haya un final negociado de la guerra y, por lo tanto, probablemente todavía no sea el momento en el que veamos dónde podrían residir todas las tensiones en el sistema financiero”, dijo Jim Reid, jefe global de estrategia de crédito de Deutsche Bank, en un correo electrónico citado por CNBC.

El default ruso, de concretarse, puede ser puramente simbólico. Por ejemplo, el de Argentina en 2020 no generó mayores problemas al sistema financiero global y fue aún más grande que el que se teme para esta semana.

El gobierno ruso no se endeudó mucho, en preparación para una guerra. JPMorgan estima que tenía unos USD 40.000 millones de dólares de deuda en moneda extranjera a finales del año pasado, de los que aproximadamente la mitad estaban en manos de inversores extranjeros.

Pero las posibles consecuencias de un impago son difíciles de calibrar. La crisis financiera mundial de 2008 y la pandemia de coronavirus demostraron cómo los shocks negativos pueden extenderse por el sistema financiero y la economía mundial modernos e interconectados.

Los bancos internacionales tienen acreencias por más de USD121.000 millones de entidades rusas, según el Banco de Pagos Internacionales (BIS). Los bancos europeos tienen más de USD 84.000 millones en acreencias totales, siendo Francia, Italia y Austria los más expuestos, y mientras que a bancos estadounidenses les deben 14.700 millones de dólares.

Incluso si Moscú suspende los pagos a los inversores extranjeros de toda la deuda soberana, el default de unos USD 60.000 millones de dólares -incluida la deuda en rublos que se mantiene en el extranjero- estaría en el mismo nivel que el de Argentina en 2020, un acontecimiento sin importancia para los mercados. Por otra parte, el tamaño total de la deuda soberana rusa en moneda extranjera en manos de no residentes es relativamente pequeño, alrededor de 20.000 millones de dólares.

Pero un análisis de Capital Economics que coincide con el optimismo respecto a la ausencia de efectos globales peligrosos señaló que hay una importante institución financiera -a la que no nombra- especialmente expuesta a la deuda rusa, lo que podría provocar un contagio financiero más amplio.

Por otro lado, un segundo riesgo es que un impago pueda desencadenar el incumplimiento de pagos por parte de las empresas rusas.

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