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Hungría extraditará a Francia el extremista acusado del crimen de Aramburu

En diez días, Loïk Le Priol será enviado a Francia para continuar el proceso penal. Este viernes, entre tanto, las audiencias se realizaron por videoconferencia. El acusado, escuchó la requisitoria judicial rodeado de policías con chalecos antibala y ametralladoras.

Loïk Le Priol (27), el ex militar de comando de la marina francesa y presunto autor material del crimen del ex rugbier Federico Aramburu, pasa sus días en la ciudad de Budapest, la capital de Hungría.

Allí llegó en las últimas horas después de haber sido arrestado en la noche del martes 22 de marzo en la localidad fronteriza de Zahony, en el límite con Ucrania. Según anunció el tribunal local, permanecerá allí los próximos diez días hasta que se resuelva su extradición a Francia.     

Le Priol recorrió más de 1.800 kilómetros desde que escapó de París, en la madrugada del sábado 19 de marzo, cuando presuntamente asesinó a tiros al ex jugador de Los Pumas, a la salida de un bar de la capital francesa.

El presunto tirador argumentó que su intención era sumarse a las fuerzas ucranianas para combatir en la guerra con Rusia, aunque los investigadores creen que era parte de un plan para que no lo puedan ubicar. 

La jueza Judit Csiszar, a cargo del tribunal de Budapest, comunicó en la audiencia que el procedimiento prevé la entrega del sospechoso “en un plazo de diez días”, aunque Laszlo Beno, abogado del ex militar, aseguró que probablemente las autoridades francesas “intervengan rápidamente” para que la extradición se resuelva “en las próximas 24 o 48 horas”. 

El principal sospechoso no hizo comentarios sobre la acusación que pesa en su contra, aunque se manifestó a favor de su traslado a Francia para ser indagado por el homicidio de Federico Aramburu, ex jugador de CASI y Olimpique Biarritz, entre otros. El acusado siguió la audiencia desde una sala de videoconferencia, custodiado por cuatro hombres de la policía húngara, todos ellos armados con ametralladoras, pistolas y chalecos antibala.  

Le Priol es militante del movimiento de extrema derecha llamado Grupo Unión Defensa (GUD). Entre los años 2010 y 2011 se enroló en el ejército francés, y se formó en la escuela de la Marina de Brest, pero al poco tiempo comenzó a tener problemas de indisciplina. En 2013 y 2015 participó en operaciones en Malí y Yibuti.

Según datos de la marina francesa, regresó a su país de origen durante su última misión por un estado de estrés postraumático calificado como grave, y que finalmente derivó en su expulsión de la fuerza.

El alto nivel de conflictividad no era algo nuevo en su vida. En 2014, por ejemplo, lo condenaron por un hecho de violencia, y cuatro años después lo sentenciaron a la pena de cuatro meses de prisión en suspenso por un ataque en grupo y bajo los efectos del alcohol. 

Además de la acusación por homicidio por la que deberá responder en Francia, tiene otra causa judicial pendiente que se inició en octubre de 2015, cuando Le Priol, junto a Romain Bouvier –el otro sospechoso detenido por el crimen del ex rugbier– golpearon y humillaron a un ex dirigente del GUD, al que obligaron a golpes a desnudarse.

Por este caso podría recibir una condena de hasta diez años de cárcel. Deberá comparecer el 1° de junio ante un tribunal penal de Francia.   

Julien Rochedy, director del Frente Nacional de la Juventud (FNJ) de la extrema derecha francesa, reconoció que mantuvo una relación de cercanía con el acusado, pero dijo que “siempre había estado medio loco”.  

“Le Priol era un amigo, ya casi no nos veíamos, pero estuvimos juntos varias veces alrededor de 2012 y 2014”, explicó el dirigente. 

“Todos los que lo conocían –agregó– pensaron que se había calmado. Siempre estuvo loco; lo seguía un psiquiatra del Ejército, pero la última vez que lo vi en París tenía novia, planes, parecía tranquilo. Nos alegramos ‘de que estuviera mejor’”. 

En la noche del viernes 18 de marzo pasado se reunió con un grupos de amigos y ex compañeros en la cantina Volver, del argentino Carlos Muguruza, un restaurante elegido por futbolistas como Angel Di María, Kylian Mbappé o David Beckham

Cerca de la una fue a Le Mabillon, un pub ubicado en el Boulevard Saint-Germain. Lo acompañaba el francés Shaun Hegarty, socio comercial y ex compañero del club Biarritz Olympique, donde el argentino jugó entre los años 2004 y 2006. 

Según la prensa francesa, los ex deportistas discutieron con dos hombres que estaban sentados en una mesa cercana, y en un momento terminaron a las piñas. Eran cerca de las 6 de la mañana hora local (las 2 de Argentina). 

“Fue una disputa, cosas que pueden ocurrir de madrugada. Se solucionó, pero esos hombres regresaron y le dispararon”, declaró un testigo, según un reporte de la agencia AFP.  

Aramburu y Hegarty abandonaron el bar pensando que la pelea había terminado. Pero cuando caminaban por el Boulevar Saint-Michel un hombre bajó de un rodado marca Jeep y comenzó a disparar. Se escucharon entre tres y cinco detonaciones de un arma de fuego. El ex rugbier argentino recibió al menos tres disparos y falleció prácticamente en el acto.
 

El rol del tercer acusado

Romain Bouvier, el tercer sospechoso que está acusado por el asesinato de Federico Aramburu, fue arrestado el miércoles 23 de marzo pasado, un día después de que cayera el supuesto tirador, Loïk Le Priol.  

A Bouvier, también miembro del movimiento extremista Grupo Unión Defensa (GUD), lo capturaron en Sarthe, al oeste de Francia, después de retirar dinero de un cajero automático. “Estaba casi calvo y con barba negra”, describieron las autoridades. 

A diferencia de Le Priol, que espera el proceso de extradición en Hungría, Bouvier ya está detenido en París, acusado de participar en el crimen del ex jugador de Los Pumas. Según testigos, peleó y discutió con el argentino, pero el que le disparó sería su amigo.  

Lison, una joven de 24 años y pareja de Le Priol, es la tercera imputada que tiene el caso. Es la que conducía el Jeep en el que escaparon los acusados. Fue imputada por “complicidad de asesinato” y se encuentra bajo arresto domiciliario pero con custodia policial.

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