Un “finde” con todos los clásicos del automovilismo
Ya es un clásico mundial. El último domingo de mayo reúne a todos los amantes del automovilismo, ya sea en dos de los escenarios más famosos del mundo o bien frente al televisor, ya que en el mismo día, tiene lugar el tradicional Gran Premio de Mónaco, las 500 Millas de Indianápolis y como aporte nacional, el TC se presenta en el superveloz autódromo de Rafaela.
Mientras las carreras principales difieren sólo por algunas horas para evitar su superposición en la pantalla, sus tandas clasificatorias para ordenar las respectivas grillas de salida, difieren plenamente. Mientras la F – Uno clasifica el jueves y el sábado previo, a los autos Indy les llevó casi todo el mes para ordenar sus tradicionales 33 autos finalistas, los que debieron sortear un largo proceso entre los 90 aspirantes iniciales para tomar parte de la prueba, que en la pista serán seguidos por nada menos que 400.000 espectadores en las tribunas.
En Rafaela, el TC sigue fiel a su sistema clasificatorio: pruebas clasificatorias ordenan las tres series previas, y éstas, según sus resultados el domingo bien temprano ordenarán la grilla de los 45 finalistas que largarán la prueba final.
