Bolivia aceptó la propuesta de Paraguay de sumarse al corredor biocéanico
Los presidentes de Paraguay y Bolivia, Mario Abdo Benítez y Luis Arce, acordaron este martes una tarea conjunta para fortalecer los programas de cooperación, en un acto en el que se anunció que el país del altiplano se unirá al Corredor Biocéanico que unirá al Pacífico con el Atlántico y conectará a todo el cono sur.
La propuesta surgió de un encuentro donde los mandatarios de ambos países celebraron los 87 años desde el final de la llamada Guerra del Chaco.
“Acogemos esa propuesta de la carretera que va a unir nuestros países y desde el Chaco (boliviano) uniremos a esa carretera que va a ser beneficiosa, sin ninguna duda, para el continente”, remarcó Arce, en un acto en la localidad boliviana de Villamontes, en el que minutos antes Abdo Benítez lo instó a sumar al país al corredor.
El presidente paraguayo destacó que habrá “un corredor logístico que salga a los grandes mercados del Pacífico de manera más rápida, menos costosa y más eficiente para la región, logrando un ahorro significativo para todos”.
Los dos mandatarios compartieron un encuentro con el que celebraron los 87 años desde el final de la llamada Guerra del Chaco, que enfrentó a ambos países por cerca de tres años.
Abdo Benítez ratificó el fuerte compromiso de “mirar adelante” y de que la sangre derramada por los soldados durante la contienda chaqueña “sirva de motivación para construir un destino común en beneficio de ambos pueblos”, según la estatal agencia IPP.
Llamó por eso a impulsar un itinerario común en el que se pueda desarrollar de manera complementaria “el potencial y las oportunidades” que tienen paraguayos y bolivianos.
El presidente guaraní renovó la promesa de su administración de que el Chaco paraguayo se convierta en un terreno que propicie el desarrollo de ambos pueblos, y ponderó las obras históricas que se impulsan en la zona para “convertirla en un polo de crecimiento y de ese modo, rendir un justo homenaje a los que dieron su vida en defensa de la patria”.
“Queremos trabajar para fortalecer nuestros programas de cooperación; por mucho tiempo nos hemos dado la espalda. Estoy convencido de que este es el momento de trazar un destino común y de caminar juntos para fortalecer la región y el hemisferio”, sostuvo.
Reseñó además que Paraguay ya aprobó el ingreso pleno de Bolivia al Mercosur y se mostró confiado en que en poco tiempo se dará formalmente ese paso.
A su turno, Arce resaltó que los pueblos y gobiernos del continente son “cada vez más conscientes de la necesidad de actuar unidos, por encima de diferencias circunstanciales, sin exclusiones de ningún tipo”.
Destacó Arce que “la hermandad” entre Bolivia y Paraguay es “una de las más históricas, pues las relaciones diplomáticas datan desde 1879 y se han desarrollado positivamente en el marco de la amistad, el entendimiento y la cooperación mutua”.
Tras calificar de “contienda fratricida” a la Guerra del Chaco, subrayó que “la gloria de la guerra consiste en terminar con el sello de un abrazo tal como se dieron los extenuados combatientes de ambos ejércitos, en uno de los momentos más emotivos de la historia compartida”, reportó la estatal agencia ABI.
“Hoy los pueblos estamos dispuestos a luchar hasta la muerte ya no entre pueblos hermanos, sino contra la codicia del capitalismo mundial si osara pretender nuevamente controlar alguna de nuestras riquezas”, remarcó Arce.
Finalmente, expresó su “agrado” por la idea de sumar a Bolivia a la ruta biocéanica, y puso de relieve que su país tuvo “siempre una trayectoria integradora, formando parte de todos los acuerdos regionales, porque la característica del boliviano, dijo, es pertenecer a Sudamérica”.
Y reafirmó la propuesta nacional de la construcción de una ferrovía para unir el continente y vincular a los países de costa a costa.
“Nuestros gobiernos aspiran a compartir esfuerzos y proyectos, conscientes de que un continente unido puede sustentar con mejores augurios sus intereses comunes frente a potencias que, desde el nacimiento mismo de nuestras repúblicas independientes, han intentado dividirnos y distanciarnos”, concluyó Arce.
Fue el paso previo a acusar a las transnacionales norteamericana Standard Oil, que operaba en Bolivia, y la anglo-holandesa Royal Dutch Shell, en Paraguay, de promover la guerra por riquezas como el petróleo.