Feministas acompañarán la denuncia de carmelitas para evitar su archivo
Pese al inicio de la Feria Judicial para esta parte del año, se conoció que organizaciones feministas fueron aceptadas en sus presentaciones como Amicus Curiae en la causa seguida en contra del Arzobispo Mario Antonio Cargnello y otros sacerdotes, por violencia de género a las hermanas religiosas del Convento San Bernardo.
Tal como lo adelantaran en el abrazo simbólico bajo el lema "Hermana yo te creo", desde las agrupaciones feministas y de derechos humanos, se trata de una forma de acompañar y de hacer visibles las marcas de violencia patriarcal enquistadas históricamente.
Nuevo Diario dialogó con Rocío García Garro, coordinadora de la Guardia Feminista de Abogadas Católicas por el Derecho a Decidir, que en su presentación hizo hincapié en la preocupación por la violación de derechos humanos a las mujeres católicas que deciden vivir en comunión con compromisos religiosos, en afrenta a su pleno desarrollo espiritual. “Desde nuestro recorrido con casi 30 años de labor manifestamos interés legítimo en la resolución de la causa, ya que conlleva la visibilización de violencias de género dentro del ámbito clerical, modalidad oculta y negada durante décadas por razones del orden de lo moral”, sostienen.
Así, la letrada destacó la posibilidad de que, mediante esta figura legal, se acerquen “argumentos y experticia en la temática” explicó.
Crónica del dolor silenciado
García Garro dio detalles sobre la presentación, que arranca con la cronología de los hechos vinculados con lo que denunciaron las hermanas carmelitas. En ese sentido advirtió: “las hermanas carmelitas se encuentran en una situación de particular vulnerabilidad, porque se trata de mujeres que desde que hicieron sus votos se encuentran encerradas en ese claustro y dependen de manera absoluta del Arzobispado”.
La abogada recordó que en la denuncia consta que: “Monseñor Cargnello ejerció violencia económica, impidiendo de manera concreta que puedan acceder a mejor calidad de vida”. A ello se le sumó violencia de tipo psicológica y de manera sistemática cada vez que las hermanas reclamaban, hasta que finalmente y en el marco del velatorio de una de las hermanas, fue que monseñor ejerció violencia de tipo físico sobre una de ellas.
“Es clave destacar que después que sucedieron estos hechos, y durante el 2020 y 2021, las hermanas acudieron a la justicia canónica en primera instancia” dijo, y señaló que la Iglesia Católica “durante años ha enseñado que los hechos que suceden dentro deben ser resueltos en la justicia canónica, y esto ha permitido que se ponga un velo de falta de acceso a la justicia y de impunidad, no sólo sobre este tipo de delitos, sino a un sinnúmero de violencias que han ejercido diferentes sacerdotes, sobre personas ordenadas o laicas”.
“Lo paradigmático es que ya en el 2022 las hermanas lograron ir a la justicia ordinaria ante la falta de respuestas, y se posicionan como mujeres víctimas de violencia, dando un giro muy interesante que merece ser acompañado por la sociedad civil”, continuó con el relato de los hechos, enlazando con las circunstancias de público conocimiento.
“Pensar que la justicia ordinaria es una justicia a la que se puede recurrir, nos parece clave para empezar a desandar tantos caminos y patrones definidos por parte de la institución religiosa, para repensar esos cánones patriarcales, donde ponen a la mujer en un lugar subalterno y al exclusivo servicio de la autoridad eclesiástica y que siempre es masculina” dijo, y concluyó que “tal vez esta sea una de las piedras angulares para repensarnos”.
La presentación de las abogadas no es la única, sino que también acompañarán la Fundación Entre Mujeres; Cladem (Comité de Latinoamérica y el Caribe para la defensa de los derechos de la mujer) y la Multisectorial de Mujeres.
Según se conoció, pasada la Feria Judicial, la priora del Convento deberá declarar por la administración económica, en el marco de una investigación abierta en la Fiscalía de Delitos Económicos a partir de los dichos de Monseñor Cargnello en la justicia.