Tras la pandemia volvieron los rituales ancestrales por la Pachamama
Hoy 1 de agosto, el cielo de Salta amaneció con el humo en el horizonte por la Pachamama, producto del saumerio en las casas y espacios públicos al aire libre, luego de que las actividades fueran suspendidas en los últimos dos años por la pandemia. El actos central hasta el mediodía es en el Parque San Martín.
El Día de la Madre Tierra en la jornada de hoy volverá a congregar a los creyentes de una tradición andina ancestral.
En el monumento ubicado en avenida Hipólito Yrigoyen esquina San Martín, se realiza la ceremonia ancestral en honor a la Madre Tierra (Pachamama), desde las 8 con el encendido del fuego y las ofrendas, hasta el mediodía que culminará con el sahumado y la entrega de cintillas a los presentes.
Durante la ceremonia estarán presentes funcionarios municipales y provinciales, chamanes, amautas, autoridades de pueblos originarios y público en general.
El Monumento a la Pachamama, gestado años atrás por el entonces concejal y titular del Concejo Deliberante capitalino, Tomás Rodríguez, se encuentra emplazado en el parque San Martín, a escasos metros del Teleférico.
Convite en el Mercado Artesanal
8 a 10 horas: Sahumada a vehículos y visitantes. Convite de mate cocido con ruda. Lugar: Playa de estacionamiento.
12:30 horas: Espectáculo folclórico. Los visitantes podrán almorzar en el predio, locro; picante de pollo; pique macho; ensalada andina caliente; guiso de lenteja, entre otras. Lugar: Patio de Salta, bar del Mercado Artesanal.
14 horas: Tributo a la Pachamama a cargo de la Comparsa Los Incas del Tawantinsuyo. Lugar: Patio interno.
15 horas: Convite a la Pachamama y entrega del hilo yoki a cargo del coya Siares y Comparsa Los Alegres del Mercado Artesanal. Lugar: Patio externo.
Los salones de venta y exposición de artesanías y gastronomía regional de las diferentes regiones de la Provincia permanecerán abiertos al público de 10 a 21 horas.
Rito ancestral
La Madre Tierra o Pachamamna es una deidad venerada por ser generadora de la vida, símbolo de fecundidad por su capacidad para producir, bendecir y engendrar plantas, animales, alimentos y otros medios de subsistencia del ser humano.
Además, es adorada por los descendientes de pueblos originarios que habitan desde mucho antes que existieran las fronteras actuales.
Los orígenes de este culto se remontan a la época preincaica, antes de que la región fuera anexada al Tawantinsuyu o Imperio Inca. El rito se mantiene al paso de los años en Sudamérica.