Denuncian falta de asistencia a una comunidad wichí de Anta
Miembros de la comunidad wichí Enacoré ubicada en el paraje de General Pizarro advirtieron la insostenible situación que están atravesando: “Nadie nos asiste, en varias oportunidades fuimos a la municipalidad para pedir ayuda, pero no obtenemos respuestas”.
A ello se le suman casos de violaciones de niñas y adolescentes que tampoco reciben ningún tipo de contención, y no se animan a denunciar los vejámenes por los que transcurrieron.
Así lo indicó Adolfo Padilla, uno de los vecinos damnificados en diálogo con Info Salta, asegurando que "desde hace meses que piden al municipio y al propio Intendente 'Paco' Pérez que acerquen el camión séptico, pero hasta el momento no tienen respuestas".
Padilla, además, es el responsable de uno de los merenderos ubicados en la citada Misión wichí, donde a diario asisten a niños y niñas inclusive en estado de gravidez, mujeres en puerperio y adultos mayores, frente a la indiferencia del Ejecutivo Municipal y el Estado Provincial: "Somos 15 casas, vamos a la municipalidad porque los pozos ciegos están rebasados pero aún nada", dijo y relató que: " El intendente me dice que 'ya está viniendo sí o sí', eso fue en mayo, pasaron tres semanas del último pedido pero nunca llega. Otra de las situaciones que nos preocupan es que nadie nos da una mano para poder darles de comer a los vecinos todos los días, desde el merendero lo único que podemos darles es un té a diario y dos veces a la semana comida", atento a que el municipio aporta tres kilos de carne dos veces a la semana, pero no es suficiente.
Una Secretaría de la Mujer ausente
Si bien existe en el municipio la Secretaría de la Mujer, la misma se encontraría totalmente enajenada de la grave situación que sucede a esta y a otras comunidades. Al respecto Padilla se mostró muy preocupado por la falta de asistencia que tienen las niñas y mujeres de Misión Enacoré: "Algunas chicas de las que fueron madres o van a serlo están desnutridas, no tenemos ayuda ni asistencia, la mayor parte de las jóvenes resultan embarazadas por criollos".
Ante la consulta si esos casos que menciona están judicializados el hombre dice: "Por lo que sé no, porque las niñas tienen mucha vergüenza de denunciar y terminan siendo madres solas. Siempre hace falta ayuda, pero ni gobierno municipal y mucho menos el provincial nos ayudan, hay mujeres que ya tuvieron sus bebés y quedaron totalmente solas, y a eso le sumamos que comen dos veces a la semana en este merendero, me gustaría si pueden venir para tener una charla con los niños y niñas sobre cuestiones de género", concluyó en su reclamo.
Así, la invisibilización de las necesidades más básicas, continúa siendo la moneda más común hacia el interior del interior. Se trata de las comunidades originarias, en su expresión máxima de vulnerabilidad, se trata de la ausencia de condiciones mínimas para una vida digna. Se trata de un grito desesperado que se repite en la historia, y que hasta el momento sólo encuentra oídos sordos.