Analistas prevén una nueva desaceleración global, que podría favorecer a Argentina
Diversos analistas del ámbito político y económico coincidieron en señalar que el mundo, debido a la situación geopolítica y la inflación, se encamina a una desaceleración del crecimiento, en la cual América Latina y Argentina podían encontrar una oportunidad.
“El Banco Mundial señala que lo previsible para los próximos diez años es una situación de bajo crecimiento económico combinada con una alta inflación, la cual fue desatada por el shock energético mundial provocado por la guerra de Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia por Estados Unidos y los países europeos”, explicó el analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico (IPE), Jorge Castro, en el encuentro realizado anoche.
A corto plazo –subrayó Castro- la situación se traducirá en una recesión global “en la segunda mitad de este año y principios del próximo”, debido a la combinación de una “tormenta perfecta” incluyendo “una elevada inflación con elevadas tasas de interés que están fijando todos los bancos centrales del sistema mundial”, al igual que la existencia de “precios récord de la energía en el mundo”.
“El precio del gas ruso en Europa ha aumentado más de 700% en el ultimo año. Los dos principales países manufactureros del continente, Alemania e Italia, se sumergirán con seguridad en una profunda recesión en el segundo semestre del 2022, según estimaciones del Deutsche Bank, o más tardar en los tres primeros meses del 2023 según el Credit Suisse”, mencionó como ejemplo.
Del mismo modo, señaló que Estados Unidos ya se encuentra en una situación recesiva “en los primeros seis meses de este año”, al retroceder su producto por dos trimestres consecutivos.
En la misma sintonía, Miguel Kiguel, economista y director ejecutivo de la consultora EconViews, señaló que “el mundo está entrando a un menor crecimiento” con “tendencias hacia la recesión según los índices de gerentes de compra de Europa y Estados Unidos”, y que estas, al contrario de 2008, no responden a una “crisis financiera”.
“La liquidez (de los bancos centrales) no fue para darle plata a los bancos sino a mucha gente y, entonces, la gente lo que hace es gastarla y cuando pasa eso hay inflación”, explicó.
La oportunidad latinoamericana
Sin embargo, América Latina se enfrenta a este escenario desde otra posición y con oportunidades a futuro.
“La región está creciendo más de lo esperado originalmente este año, a diferencia de Estados Unidos y China”, recordó Kiguel , quien destacó que ha “reaccionado antes” ante la suba de la inflación, a diferencia que los bancos centrales de Europa y Estados Unidos que consideró que “corren de atrás”
Estimó que, de lograr éxito en sus medidas, los principales bancos centrales “probablemente logren bajar la inflación al 4% pero es dudoso que lleguen al 2% (anterior)”.
Para Castro, la situación le podría otorgar a Latinoamérica un “protagonismo proprio en la política mundial”, con el Mercosur convirtiéndose ya en la “principal plataforma de producción de proteínas del mundo en el siglo XXI”.
“En la Argentina hay que potenciar sus extraordinarias posibilidades exportadoras de agroalimentos y de recursos naturales, sobre todo energéticos y minerales, y entre los primeros Vaca Muerta”, evaluó el analista.