Caso María Marta: allanaron la casa de la masajista Beatriz Michelini
El procedimiento se realizó en la vivienda que la mujer habita en Pilar, en el marco de la causa por falso testimonio, violación de elementos probatorios y encubrimiento agravado, que se le inició tras su declaración en el juicio.
La casa de la masajista Beatriz Michelini, imputada por falso testimonio al declarar en el juicio por el crimen de María Marta García Belsunce, fue allanada este viernes por la mañana en busca de las fichas de varios de los pacientes que atendía en el country Carmel de Pilar en 2002, cuando fue asesinada la socióloga, entre ellas las de la exesposa del imputado Nicolás Pachelo y la de la propia victima, informaron fuentes judiciales.
El procedimiento se realizó en la casa que Michelini habita en la calle Perini de Bronzel al 700, en la localidad bonaerense de Pilar, en el norte del conurbano, en el marco de la causa por falso testimonio, violación de elementos probatorios y encubrimiento agravado, que se le inició tras su declaración en el juicio.
Por orden de la jueza de Garantías 3 de San Isidro, Andrea Rodriguez Mentasty, y a pedido del fiscal de ese distrito Esteban Alvarez, la policía ingresó al domicilio de Michelini en busca de las fichas que ella misma elaboró de los pacientes Inés Davalos Cornejo -exesposa de Pachelo-, de Susan Murray -quien trabajaba con María Marta en Missing Children-, del viudo Carlos Carrascosa, de Irene Hurtig, de su fallecido esposo, Guillermo Bártoli, y de la propia socióloga asesinada.
Es que, en ocasión de declarar en el juicio al que desde julio es sometido Pachelo como acusado del crimen de García Belsunce, la masajista no pudo explicar por qué en una caja de fichas que entregó a pedido de la Justicia como evidencia del caso en julio de 2018 faltaban justamente las de los arriba nombrados.
Ante la presunción de que esas pruebas puedan estar en su domicilio, y teniendo encuentra que ahora Michelini está imputada en una causa penal, se dispuso el allanamiento en su domicilio, explicaron los voceros.