A once años de su muerte, habitantes de la Quebrada del Toro recordaron al padre Chifri
Miembros de la Fundación Alfarcito, artesanos y estudiantes de la Quebrada del Toro, recordaron a Sigfrido Maximiliano Moroder, más conocido como padre Chifri, a 11 años de su muerte. El sacerdote llegó a esa región en 1999 con la intención de promover la economía de las comunidades.
El pasado jueves 24 de noviembre, alumnos de las escuelas de San Bernardo de las Zorras, Potrero de Chañi y El Rosal se reunieron en este último paraje para recordar a Sigfrido Maximiliano Moroder, más conocido como el Padre Chifri y su obra. Se eligió la escuela de El Rosal por quedar equidistante de las otras dos.
La escuela estaba adornada con globos, cintas y carteles de bienvenida y afiches con fotos de Chifri y frases que recordaban al Padre Chifri, todos confeccionados por los niños y maestros.
Cada escuela preparó diferentes coreografías en las que mostraron diferentes habilidades de los alumnos. El broche de oro estuvo dado por todos los niños que vestidos de gauchos y paisanas entonaron coplas en honor al sacerdote en la que relataron la vida de Chifri y su tarea evangelizadora usando títeres y su guitarra.
Luego de un show de Caritos Melián, alumnos, docentes y miembros de la fundación Alfarcito compartieron un entretenido almuerzo.
Los homenajes continuaron el sábado 26 en la capilla de Alfarcito, donde descansan los restos de Chifri. Los artesanos luego de hacer la entrega mensual de sus producciones y recibir el dinero de la venta oraron por su eterno descanso.
En octubre del año 2004 Chifri sufrió un accidente, practicando parapente. Una ráfaga de viento lo lanza hacia unas rocas, causándole serias lesiones en la médula que le impidieron caminar, debiéndose movilizar en silla de ruedas, situación que no le impidió seguir.
"Su personalidad simple y franca le permitió ganarse el corazón de las personas. Llegaba con su poncho y su guitarra, cantándoles las coplas de los pueblos andinos, para enseñarles a alabar a Jesús y a la Virgen María. Poco a poco se metió en sus corazones donde continúa vivo su recuerdo", recordó Carlos Figueroa, miembro de la fundación.
Alguna de las obras
Desde la Fundación recordaron que el sacerdote construyó un comedor comunitario para 170 chicos en Rosario de Lerma; organizó la primera Fiesta y Feria de la Papa Andina en Alfarcito (año 2011) a fin de promover más la economía de los productores de la zona; también la "Expo Cerro" permitiendo mostrar las artesanías a las comunidades de los cerros durante tres años. Además, armó un circuito de comunicación con las escuelas de los cerros, por medio de un equipo de radio, para saber las cosas que necesitaban, para enviárselas lo más pronto posible. Con los amigos de Salta, San Lorenzo, Rosario de Lerma y Campo Quijano organizó la Fundación Alfarcito bajo el lema "Nos une el Anhelo de hacer el bien", lo que le permitió, entre otras cosas, organizar el Centro de Artesanos que permite la exposición y venta de los productos regionales, además de recibir talleres de capacitación.