Dibu Martinez, el héroe de ahora y de siempre
No podía ser de otra manera. Emiliano “Dibu” Martínez fue, una vez más, clave en los penales y atajó una pelota muy difícil en la penúltima jugada del suplementario, en un mano a mano de Randal Kolo Muani.
Como contra Australia. Como contra Países Bajos. Sin ninguna duda, su actuación volvió a ser determinante para la Selección Argentina, que después de 36 años volvió a consagrarse campeón del Mundo.
Tras la conquista, el arquero habló con la emoción a flor de piel: “Fue un partido de sufrir, otra vez lo teníamos controlado y dos tiros de mierda nos empatan nos empatan el partido. Era el destino sufrir, nos ponemos 3 a 2 y nos cobran otro penal”.
Sobre la fantástica atajada en el último minuto del tiempo extra, donde salió a achicar con determinación y estiró todo su cuerpo como un arquero de handball, confesó: “Casi nos meten dos goles en el final, gracias a Dios metí ese pie”.
“Después fue todo como lo soñé, no hay un Mundial que no lo haya soñado como este”, agregó.
En cuanto a la definición desde los doce pasos aseguró: “Los penales los viví tranquilo, otra vez me patean tres veces y me meten tres goles, podría haber atajado el primero”.
Por último, llegó la dedicatoria: “Esto se lo dedico a mi familia, a mis nenes. Me fui muy joven a Inglaterra, me tocó trabajar mucho y esto es algo hermoso”, finalizó. Aunque parezca mentira, Martínez lleva recién un año y medio en la Selección.
El Dibu atajó una pelota clave a los 120 minutos (Reuters)