Salta se encuentra entre las 4 provincias con mayores tasas de femicidios

Los números en términos de violencia de género no paran y, desde 2008 a 2022, en el país, se registró un promedio de 300 femicidios por año, número que se mantiene desde hace una década.

Según un relevamiento que publicó el portal nacional Infobae, el norte argentino registra la tasa más alta de femicidios de los últimos años. En tanto por provincia, Santa Fe arroja los números más preocupantes y los más elevados durante el 2022, mientras que Salta se encuentra en cuarto lugar, por debajo de Tucumán y de Santiago del Estero.

Para los especialistas en género, la educación con perspectiva de género, en todos los niveles, es la columna vertebral que ayudará a evitar la reproducción de modelos ancestrales que naturalizan la violencia.

En este mapa, tres de las cuatro provincias argentinas con peores tasas de femicidios en los últimos 15 años están en el NOA argentino, según consigna el relevamiento del portal nacional, que toma como referencia los datos del Observatorio Lucía Pérez. "Tucumán, Santiago del Estero y Salta figuran como las provincias de esa región con más cantidad de crímenes de mujeres cada 100.000 habitantes. También aparecen distritos del NEA entre las provincias con una situación preocupante durante 2022". Así, las preguntas se disparan en busca de conocer las causas por las que estas tasas se mantienen durante tantos años. Sobre el tema, Nuevo Diario dialogó con Pilar González Sastre, una de las directoras del Observatorio de Violencia contra las Mujeres, también consultada por el citado medio nacional, y explicó sobre los factores que inciden en estos números: "tiene que ver con cómo estamos criados, con cuestiones ancestralmente arraigadas que no tienen su origen hace 40 años; tiene que ver con problemáticas históricamente invisibilizadas, y sobre todo con las educaciones" dijo y apuntó: "de ahí la importancia de trabajar en puntos clave como la educación para proyectar generaciones con otra mirada". En ese sentido, González Sastre argumentó el rol primordial del dictado de ESI en los espacios educativos: "la escuela siempre es motor de visibilidad", e hizo hincapié también en la importancia de la formación con perspectiva de género desde los espacios académicos: "No sólo en la familia se tienen que proyectar generaciones que dejen afuera los estereotipos, también deben adoptar otros conceptos clave como las nuevas masculinidades", añadió.

Todavía hay resistencias

La directora del Observatorio advirtió que, más allá de la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) en todos los niveles educativos de la provincia, se encuentran "resistencias" y aseguró que las mismas no sólo se dan en los establecimientos educativos, sino que "hasta los mismos funcionarios activos, se negaban a capacitarse en la Ley Micaela, lo cual era muy grave", esto antes de la sanción de la ley que obliga la formación de la misma a toda la administración pública en todos sus estamentos. "Para el caso de los docentes y de las familias, es un desafío muy fuerte porque tiene que ver con la modificación del modo en que se educa", explicó la funcionaria que detalló que en muchos casos "lo que se hace es cambiar hasta el nombre de la materia, y entendemos que en ese marco lo importante no es imponer, sino concientizar, porque no se trata de un contenido ideológico sino de contribuir a una problemática que es real". En cuanto a los funcionarios y agentes de la administración pública, González Sastre fue tajante: "la capacitación en Ley Micaela es obligatoria y si no se está dispuesto a capacitarse, se tiene que retirar" dijo y sostuvo: "para poder generar políticas públicas es necesario incorporar esas herramientas".

Consultada sobre las políticas de género que se llevan adelante desde el gobierno de la provincia, y que desde el organismo que dirige vienen monitoreando, concluyó: " Hay mucho trabajo en políticas de género, pero siguen faltando porque la demanda es mayor", expresó y detalló que desde la creación del Observatorio de Violencia contra las Mujeres, durante la gestión de Juan Manuel Urtubey, las denuncias aumentaron de 11.500 a 27.000: "la violencia existió siempre, no hay fórmula mágica para eliminar femicidios, son muchas las bases que hay que mover, y el cambio hay que generarlo lo más antes posible", aseguró Pilar González Sastre, y agregó que "hay una generación de mujeres y personas LGBTIQ que hoy se animan a denunciar porque tienen constante información, también porque se desnaturalizaron situaciones que estábamos acostumbradas a vivir. Antes te la bancabas, pero nosotras hoy tenemos otras herramientas y entendemos qué es lo que no tenemos que aguantar y que se trata de violencia", concluyó.

Las cifras

Entre las zonas con la tasa más alta de femicidios en el Norte durante 2022, fueron Salta Capital, San Miguel de Tucumán y el departamento chaqueño de San Fernando, que incluye a la ciudad de Resistencia. La tasa de crímenes contra mujeres también fue alta durante el año pasado en lugares más alejados de las ciudades, como el departamento salteño de San Martín (35 crímenes en 2022), en la frontera con Bolivia, y los pequeños distritos santiagueños de Moreno (10 femicidios) y Copo (9). En tanto, Rosario fue el distrito con más femicidios del país: fueron 64 muertes violentas en 2022, según el relevamiento realizado por el Observatorio Lucía Pérez. Los números reflejan un crecimiento asombroso de los crímenes de género en esta ciudad. Se habían registrado 17 femicidios en 2020, pero el número creció hasta 27 en 2021 y el año pasado se triplicó.

 

 

 

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