El clásico del Norte terminó en un empate sin goles
Por la gran actuación del arquero Federico Abadía, Gimnasia y Tiro igualó sin goles con Gimnasia y Esgrima de Jujuy y llegó a los 32 partidos sin conocer la derrota en el Gigante del Norte.
Después de 26 años volvieron a estar frente a frente. Con ambas hinchadas (dos mil jujeños autorizados por Seguridad) y un marco imponente se jugó el Clásico del Norte.
Y fue la visita la que sorprendió. En el inicio del partido exigió a Abadía, quien apareció para salvar su valla y en otra llegada del Lobo, el "uno" del Albo se vio obligado a salir lejos de su arco y cortar un ataque que le valió ser amonestado.
Gimnasia respondió con un remate de Facundo Heredia que Alan Sosa mandó al córner, y una vez más, Abadía volvió a mostrar seguridad. El arquero le ahogó el grito de gol a Blas Palavecino con una extraordinaria atajada de una pelota que se colaba al ángulo del segundo palo.
El “Lobo” jujeño mantuvo la misma tónica en el complemento. Ignacio Sanabria salvó a su equipo en la línea tras un remate de Daniel Rivero, quien había capturado un rebote de Franco Amargo.
Con un rival adelantado, Darío Forestello decidió modificar el sistema y con el ingreso de Tomás Attis, Gimnasia pasó a formar un 4-4-2.
El Albo lastimó en la otra área con un cabezazo de Matías Birge que se fue desviado y cuando parecía que el conjunto jujeño podría abrir el marcador, Jorge Juárez se enredó con la pelota y Sanabria salió al cruce para despejar el peligro.
A los de Forestello les costaba crear situaciones. Agustín Araujo probó de media distancia pero Sosa no tuvo problemas para retener esa pelota.
Julián Jérez adicionó 5 minutos pero cuando restaba jugarse el último minuto, dio por finalizado el clásico. Más allá de los reclamos de ambos clubes, el equipo “millonario” ganó un punto importante para seguir siendo imbatible en el Gigante. La próxima fecha visitará al Lobo mendocino en el Malvinas Argentinas.