Hallan en el fondo del mar el último barco Ernest Shackleton
Hallan en el fondo del mar el último barco del legendario explorador polar británico Ernest Shackleton. El mítico navegante había encabezado a principios del siglo XX una irrepetible travesía de supervivencia de 1300 kilómetros.
Los restos de la última nave expedicionaria del célebre explorador polar británico Ernest Shackleton fueron hallados en el fondo del océano Atlántico.
Con más precisión lo encontraron al fondo, frente a las costas de Canadá. Así lo anunciaron este miércoles los investigadores que hicieron el descubrimiento.
En ese sentido, el jefe de la Real Sociedad Geográfica Canadiense, John Geiger, afirmó en una conferencia de prensa que los restos de la nave se encontraron en el mar de Labrador. Aproximadamente a unos 390 metros de profundidad.
“Este es un navío históricamente muy importante. Fue el último barco expedicionario de Sir Shackleton. Él murió en esta nave en su expedición final cuando iba rumbo a la Antártida”, expresó Geiger.
La embarcación siguió en servicio por varias décadas hasta que se hundió en los años 1960.
Asimismo, los investigadores descubrieron el barco el domingo pasado con un instrumento de sonar. El cazador de barcos hundidos David Mearns dijo que midieron con exactitud las dimensiones de la nave y las compararon con las medidas conocidas del Quest, “y dan en el clavo”.
“Los restos también son consistentes con los datos conocidos del hundimiento. Y esto se encuentra en el lugar correcto, donde no hay más restos de su clase en absoluto. Esto nos da la confianza para decir que se trata del Quest”, explicó Mearns.
Sin embargo el cazador de barcos mostró imágenes de sonar de los restos del naufragio que describió como “mayormente intacto”. Esta imagen está en posición vertical sobre su quilla y ligeramente inclinado hacia babor, mientras que su mástil principal se encontraba en el lecho marino.
El explorador Shackleton
Shackleton se convirtió en una leyenda de los viajes polares luego de una épica huida de él y 27 de sus compañeros de expedición -a pie y en botes. Luego de que otra de sus naves, el Endurance, se hundiera en las gélidas aguas de la Antártida en 1915.
La tripulación acampó primero en el hielo marino, a la deriva hacia el norte hasta que se resquebrajó. Rápidamente subieron a los botes salvavidas, navegando primero hasta la isla Elefante, un lugar desolado y sin árboles. En este lugar dejaron a la mayoría de los hombres y establecieron un campamento.
A pesar de solo usar un sextante para navegar, Shackleton zarpó entonces junto a otros cinco hombres en el bote más resistente. Esto tambien fue apto para una travesía de 1300 kilómetros hacia Georgia del Sur, una colonia británica, donde había una estación ballenera.
Desafiando mares montañosos y temperaturas gélidas, el viaje de 17 días en la pequeña embarcación abierta se considera uno de los logros más notables de la historia marítima. Los 28 expedicionarios sobrevivieron.
Siete años después, Shackleton murió el 5 de enero de 1922 de un ataque al corazón a bordo del Quest, a sus 47 años, con la nave anclada frente a las costas de Georgia del Sur.
El Quest fue usado para otras expediciones, rescates en el Ártico y por la Marina canadiense como dragaminas en la Segunda Guerra Mundial antes de volver a su original función como buque de caza de focas.
En 1962, dañado por el hielo, se hundió frente a las costas de Terranova. Toda la tripulación noruega sobrevivió.