Este lunes 1 de julio se cumplieron 50 años del paso a la inmortalidad del General Juan Domingo Perón, en un marco que encuentra al movimiento justicialista totalmente debilitado, tras la derrota electoral y el cambio de paradigma de gobierno y visión del Estado.
En esta nueva configuración, la dirigencia lentamente comienza a acusar el golpe asestado, y a pensar en estrategias para no diluirse en las viejas glorias y encontrar definitivamente a quien tome “el bastón de mariscal” y pueda encarnar el significado de justicia social, en un terreno hoy bastante hostil para ese tipo de expresiones.
Es necesario al mismo tiempo, el análisis del movimiento político en dos niveles: para ello Nuevo Diario recopiló las voces de referentes peronistas como Manuel Santiago Godoy, Pablo Kosiner y Soledad Troyano para analizar presente y futuro político del espacio en el país y en la provincia.
Manuel “el Indio” Godoy, aseveró que nunca se fue de la arena política y si bien hoy se encuentra presidiendo el partido Igualar, sin dudas es un gran conocedor de las mareas peronistas. De este modo y en el ámbito nacional, Godoy reconoció la desorientación del peronismo. “Estamos desarmados, solamente hay una versión peronista en la provincia de Buenos Aires interesante, con Axel Kicillof“, afirmó, destacando al gobernador bonaerense como uno de los pocos líderes que aún mantienen la esencia del peronismo. En tanto, la crítica hacia el gobierno de Alberto Fernández fue sin escalas, reconociendo que la esperanza sembrada no se concretó en beneficios tangibles para la gente.
Asimismo, Godoy subrayó la necesidad de unificar al movimiento peronista, más allá de las diferencias internas, y consideró fundamental la inclusión de figuras como Moreno y Grabois, de extremos totalmente opuestos en este proceso. “Yo creo que el peronismo se arma así, tratando de juntar los pedazos dispersos que quedaron precisamente después de nuestra culpa también”, reconoció.
El desafío del Panperonismo
La idea de un “panperonismo” que aglutine otra vez diversas corrientes del justicialismo, incluso incluyendo al radicalismo, es vista con buenos ojos por Godoy. Y aunque citó ejemplos históricos de intentos de unificación, como los realizados por Perón y Kirchner, también reconoció las dificultades actuales para lograr esta cohesión, especialmente en un contexto donde Milei ha designado al peronismo como su principal enemigo.
En cuanto a Cristina Fernández de Kirchner, Godoy la definió como una referente indiscutible y sugirió que, aunque no necesariamente como candidata, su apoyo y transparencia son vitales para el futuro del movimiento. “Cristina es una referente indiscutible en esta época, la más odiada, la más querida, con un núcleo… Yo no creo en eso del núcleo de 1, 20%, 25%”, afirmó, destacando su importancia política más allá de los números.
Un legado más vigente que nunca
En diálogo con Nuevo Diario, la dirigente peronista Soledad Troyano realizó un reconocimiento hacia la figura de Juan Domingo Perón, como el conquistador “de los derechos más importantes de los trabajadores a lo largo de sus 3 presidencias”. Para la referenta, esas luchas generaron “tanto odio de la clase oligarca de éste país, que no concebían que el obrero pueda tener derechos y aguinaldo, sueldo en blanco etc”. Asimismo, Troyano resaltó: “la conquista más importante fue el voto femenino, que le aseguró a la mujer el comienzo de los mismos derechos que tenían los hombres, obviamente impulsado por nuestra querida Evita”, resaltó. “Los verdaderos peronistas vamos a seguir luchando porque haya igualdad de oportunidades en este país y no me cabe la menor duda que en el 2025 vamos a volver a llenar las urnas de votos peronistas”, cerró.
La realidad provincial: Salta y el salteñismo
En el ámbito provincial, el análisis se centra en Salta y el fenómeno del “saencismo”, o “salteñismo” como prefiere llamarlo Godoy a la confluencia de fuerzas políticas locales que acompañan al gobernador salteño en su reclamo por federalismo. A pesar de las diferencias terminológicas, el ex diputado provincial rechazó el “saencismo” y consideró que el justicialismo debe ser un movimiento nacional y no limitarse a un partido político con fines meramente electorales. “El justicialismo es un movimiento nacional, y me parece que esa es la clave y la diferencia”, enfatizó.
Godoy criticó de este modo con dureza a la Ley Bases, la votación de los diputados salteños y su impacto en provincias como Salta, describiéndola como una política extractivista que condena a la provincia a pasivos ambientales sin beneficios duraderos. “No veo que el RIGI favorezca a Salta. Creo que nos condena efectivamente a ser una provincia extractivista con poco futuro y con muchos pasivos ambientales”, afirmó, al tiempo que su hipótesis sobre el accionar de los legisladores salteños, respondería a que “no leyeron la ley” y “fueron a levantar las dos manos”. Para Godoy “le van a quitar todo a la provincia, la perjudica como ya se va a ver, salvo que ellos (los diputados) me digan en qué la favorece”
La militancia joven fue otro tema crucial. Godoy destaca la importancia de dirigentes entre 35 y 60 años que deben ser impulsados y apoyados para revitalizar el movimiento. “Hay muchos dirigentes entre 35 y 60 años que vale la pena que lo tengamos en cuenta. Dirigentes que de alguna manera en la Provincia de Salta puedan ocupar esas bancas que más lo ocupan algunos influencers o cantores que llegaron rápido a la banca, no a la política”, señaló en su modo acostumbrado.