A los 90 años murió el empresario cómplice de la Dictadura, Marcos Levín
Levín fue el primer condenado en casos de responsabilidad empresarial para crímenes de la última dictadura cívico- militar en Argentina y murió este sábado (21.12.2024) a los 90, según informaron organismos de derechos humanos.
El ex dueño de La Veloz del Norte se encontraba internado en el Hospital Italiano, en CABA y su defunción se produjo a las 8:30.
Marcos Levín se encontraba cumpliendo prisión domiciliaria, y en noviembre pasado fue asistido en una clínica privada de Tres Cerritos por dolores. Según informó FM Aries, el fiscal Carlos Amad aseveró que por la gravedad de su estado de salud debió ser trasladado al nosocomio porteño. “Tiene 90 años, se descompensó y los médicos le quitaron la tobillera, no la rompió porque estaba inconsciente”, dijo Amad y remarcó que su representante legal “avisó al Tribunal cuando el artefacto notificó que el detenido estaba fuera de los límites permitidos”. No obstante, cabe recordar que, en 2016, también fue visto y registrado por Nuevo Diario, violando la prisión domiciliaria en un reconocido café de la Zona del Monumento a Güemes.
El empresario fue sentenciado en 2016 a 12 años de prisión, pero la entonces Sala III de la Cámara de Casación, conformada por Juan Carlos Gemignani, Eduardo Riggi y Carlos Mahiques anularon la condena al afirmar que no se trató de un delito de lesa humanidad. A posterior, la misma sala, integrada por Alejandro Slokar, Daniel Petrone y Gustavo Hornos, ratificaron la condena original.
En este proceso se probó que Víctor Cobos, chofer de la empresa, fue detenido por personal de la Policía de Salta el 22 de enero de 1977 en el galpón de la empresa cuando se disponía a salir a un viaje de servicio. Lo hicieron bajar del colectivo, lo subieron a un Ford Falcon celeste -que pertenecía a un directivo de La Veloz del Norte- para llevarlo hasta la comisaría 4a.
En la comisaría, Cobos fue torturado. En los interrogatorios, le preguntaban por su hermano Enrique, además de cargar con una historia que podía repetirse: a su hermano Martín lo habían ido a buscar a su casa y lo habían asesinado de 32 balazos. Mientras estuvo detenido ilegalmente en esa dependencia policial, entendió la trama de complicidad, en donde policías se encontraban infiltrados en la empresa. A Cobos lo obligaron a firmar una declaración ante un juez autoincriminándose. A la semana, lo trasladaron al penal de Villa Las Rosas y recién fue liberado el 19 de abril de 1977.
Otras causas
Además, en noviembre de 2024, el empresario Levín recibió una pena de 18 años de prisión como coautor de secuestros y torturas contra 17 de sus empleados. Junto a él, también fueron condenados a 16 años de prisión el ex comisario Víctor Almirón y el ex jefe de personal de la empresa, José Antonio Grueso.
Los hechos por los que fue juzgado ocurrieron entre el 20 y el 24 de enero de 1977. En aquel entonces, Levín presentó una denuncia falsa por estafa contra sus empleados, acusándolos de participar en una supuesta defraudación a la firma, algo que nunca se comprobó. Sin embargo, esa fue la cobertura utilizada para llevar adelante las detenciones ilegales. Las víctimas denunciaban que Levín armó las listas de los trabajadores que debían ser detenidos para que, bajo tortura, “confesaran” haber realizado robos a la empresa, algo que fue utilizado luego para realizarles causas penales por estafa. Los ex detenidos dan cuenta, además, de la presencia del empresario en la comisaría durante las sesiones de tortura.
“Una muerte que nos iguala”
Nuevo Diario también dialogó con Fernando Pequeño Ragone – nieto del gobernador desaparecido Miguel Ragone, que enumeró: “Videla, Massera, Galtieri, Viola, Menéndez, Bessone, Nicolaides, Astiz, Etchecolatz, Bussi, Patti, tantos… LONA, BLAQUIER y ahora LEVIN. Su nombre junto a esos otros quedó marcado en la vida de nuestras comunidades. Manchados con la sangre de las víctimas y el dolor difícil de ser narrado y sobrellevado de sus sobrevivientes”.
“La persecución y muerte a obreros para disciplinarlos y mejorar los balances de la empresa no era el camino. Con su muerte hoy se disuelve un poco más tanta maldad y avaricia. Tuvo finalmente que rendir cuenta de sus actos y ya no va a ser una amenaza. Menos miedo y un poco de alivio para quienes sufrimos las pérdidas de sus pretendidas hazañas. Su muerte y la justicia que pudimos conseguir, dignifica la memoria de sus víctimas”, dijo en relación a los intrínsecos lazos entre parte del empresariado y los referentes de la dictadura.
“Un día se sumará Milei y sus sostenedores que hoy de otras maneras hacen lo mismo. Habrá Justicia. Que su muerte hoy, aporte a desestimar la negación de lo que pasó. Hubo un genocidio y fueron treinta mil”, enfatizó por último Pequeño Ragone, con fuerte críticas a las políticas negacionistas del gobierno nacional, que reivindican el capítulo más oscuro en la historia de argentinos y argentinas, ya en plena campaña presidencial. Se trata del plan que puso primera a partir de los discursos odiantes, y que rompió todos los esquemas tras la visita de diputados nacionales libertarios a los genocidas presos en Ezeiza, y el trazado de un supuesto proyecto cuyos alcances podrían ser aún más oscuros.