Absuelta de homicidio calificado; condenada a 10 años por transporte de drogas
Calificado como inédito, el juicio, desarrollado en el Tribunal Oral Federal N°2, concluyó con un fallo dividido, a través del cual absolvió a la principal acusada del homicidio calificado de Rosana López, pero a la vez se la condenó a 10 años de prisión por el delito de transporte de estupefaciente.
Como muestra del nivel de complejidad del caso, el tribunal no pudo dictar un fallo unánime, sino que impartió justicia por mayoría. El debate giró en torno a un aberrante hecho que conmocionó a los salteños el 21 de junio de 2022, cuando un peón rural encontró el cuerpo de la víctima a la vera de la ruta 26, en la zona sudeste.
Un día antes, Rosana López, una mujer de más de 40 años, madre de tres hijas que residía en barrio Solís Pizarro, había muerto en una casa de resguardo, en la zona del Bajo, donde eligió pasar sus últimas horas de vida luego de que una de las 74 cápsulas de cocaína que llevaba en su estómago estallara y sellara así su trágico final.
Luego, su cadáver fue descartado, “peor que un animal”, como lo dijo el fiscal general Eduardo José Villalba, quien -en un encomiable esfuerzo- buscó darle justicia a López y su familia, pero las pruebas no alcanzaron y no por fallas en la investigación, sino por el poderoso efecto que las organizaciones narcos ejercen sobre sus eslabones, quienes llegan a dar su vida por la vil carga que transportan.
Como principal acusada, la fiscalía llevó a juicio a Jesica Nahir Figueroa y a su remisero amigo, Ángel Gutiérrez, quienes resultaron absueltos por el beneficio de la duda, según lo decidido por los votos mayoritarios de las juezas Gabriela Catalano y Alejandra Cataldi. Para el tercer juez, Domingo Batule, la absolución debía ser lisa y llana.
En el otro extremo de la sala de juicio, Figueroa presenció todo el debate junto a su defensor, el abogado Marcelo Arancibia, quien siempre pareció absorto y sin tener muchas intervenciones. Nada más alejado de la realidad, pues al final del debate, emergió con acertados argumentos que no sólo derribaron los de la fiscalía, sino que fundaron el fallo de absolución de su clienta.
En su alegato, la fiscalía centró la acusación en el estado de vulnerabilidad de la víctima, la posición de garante que tenía Figueroa, no tanto de la vida de la transportista, sino de la droga.
La argumentación de Arancibia fue tan categórica que los tres jueces, al fundar el fallo de absolución, lo citaron en varias oportunidades, pues abordó una realidad sin pruritos, como el tema lo exigía. Cabe señalar que, en juego, estaba una pena de prisión perpetua para su defendida, algo que también fue destacado por uno de los jueces.
“Un debate de alta complejidad legal”
El abogado Arancibia sostuvo que el juicio fue uno de los más complejos que le tocó intervenir en la justicia federal, puesto que la fiscalía demostró “un gran nivel”, con una importante hipótesis y una gran tarea de investigación y recolección de pruebas.
Indicó que, más allá del análisis del hecho, también hubo un importante aporte de neto corte jurídico, tanto de la fiscalía como del resto de las partes. “Este fue un caso único en todo el país, ya que no existen antecedentes de un hecho de esta naturaleza, lamentable por cierto”, esgrimió. Sin temor a apelar a una frase hecha, aseguró que “en este caso, el triunfo no fue de la defensa ni de la fiscalía, sino de la justicia, ya que se analizó un tema muy delicado con un alto profesionalismo, sin esquivarle al bulto y con absoluto respeto entre las partes”, aspecto que también fue mencionado por los jueces y la fiscalía, al término del debate. En su alegato, la fiscalía centró la acusación en el estado de vulnerabilidad de la víctima y la posición de garante que tenía Figueroa, no tanto de la vida de la transportista, sino de la droga.