Aconsejan cumplir normas de construcción para evitar derrumbes durante temblores

Desde el Consejo Profesional de Agrimensores, Ingenieros y Profesiones Afines de Salta (COPAIPA) recordaron que son los encargados de velar por el cumplimiento de las normas antisísmicas en la provincia y exhortan a la comunidad a contratar a profesionales matriculados, a los fines de evitar situaciones como las de Turquía.

Marianela Ibarra, presidenta del COPAIPA, explicó que en Salta, por ser una provincia emplazada en Zona Sísmica 3, de acuerdo al Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), es decir, de una peligrosidad elevada en materia de estos fenómenos; se deben cumplir las normas antisísmicas tanto en la construcción tradicional (de ladrillos y hormigón) como en la no tradicional.

"La gente tiene que tomar conciencia de que allí donde se va a construir duermen los hijos, los padres, la familia. Desde el Consejo invitamos a esta toma de conciencia, defendemos el cumplimiento de las normas con capacitaciones necesarias, nos acercamos a las universidades y las entidades que así lo requieran, pero las responsabilidades son de los municipios, que se convierte en el órgano de contralor. Nuestra función es aprobar que los cálculos realizados por el profesional se adecúen a las normas, luego los municipios dan la autorización de inicio de obra, y luego se construye", indicó Ibarra a un medio local.

Señaló que es responsabilidad del profesional asegurarse que los cálculos se trasladen a la obra. "Es muy común retacear materiales o reacomodar acorde al presupuesto los tamaños o distancias, el famoso "igual va a andar bien "", agregó.

La provincia le cedió al COPAIPA con la Ley N° 5.556 de 1980 la responsabilidad de verificar que todos los planos de estructura -fundamentales para construir, remodelar o ampliar una propiedad- cumplan con las normas sísmicas, siendo el único consejo profesional del país, y pionero, al que se le delegó esta potestad de trabajar por la seguridad pública.

La prevención sísmica desde lo normativo, implica lograr que las estructuras autorizadas tengan la capacidad de soportar un sismo para preservar la vida humana.

Casos que dejaron muertes

Dos temblores en los últimos años tuvieron mucha trascendencia no solo por su magnitud, sino por los daños que provocaron.

Uno de ellos, el más reciente, ocurrió en El Galpón en octubre del 2015, que dejó como saldo la muerte de una mujer de 94 años y 30 heridos. El sismo fue de 5.9 grados de magnitud en la escala de Richter, con epicentro en Salta, que afectó principalmente a El Galpón, y se sintió también con mucha fuerza en Tucumán, Jujuy, Santiago del Estero y Córdoba.

A este sismo se le sumaron tres réplicas de 3, 2.9 y 3.5 grados de magnitud, todos con epicentros cercanos a la zona del temblor registrado con anterioridad. En otro sismo ocurrido en febrero del 2010, un niño de 8 años y un hombre de 70 murieron en La Merced y La Silleta, a raíz de un temblor de 6,1 grados de magnitud en la escala de Richter que se sintió horas después de un terremoto ocurrido en Chile. En la Catedral de Salta se abrió una grieta en una pared.

 

 

 

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