Advierten sobre la salud mental del femicida José Figueroa
Ayer viernes, en audiencia multipropósito por parte de la justicia salteña al ahora confeso femicida de Mercedes Kvedaras, José Figueroa se dispuso la prisión preventiva.
Otra de las disposiciones de la jueza Montoya fue la atención psiquiátrica específica para éste, ya que surgía del expediente que en reiteradas oportunidades el acusado había intentado atentar contra su vida, según precisó la magistrada en declaraciones radiales al periodista Héctor Alí.
“Hay que garantizar su derecho a la vida para que las actuaciones continúen. Para preservar su integridad física, se autorizó el ingreso al Penal donde está aislado, para que pueda iniciar cuanto antes el tratamiento psiquiátrico”, aseguró.
Asimismo, la jueza de garantías relató que la defensa de Figueroa, a cargo del abogado Juan Casabella, “propuso un segundo psiquiatra, porque surge del expediente que, como cualquier otra persona en similares condiciones, Figueroa se encuentra sumido en una depresión profunda, sollozando todo el tiempo y con las ideas de quitarse la vida”, dijo la jueza, aunque no tuvo lugar el planteo.
Victoria Montoya Quiroga también reveló, en ese marco, que hasta ahora la calificación provisoria otorgada por el Ministerio Público Fiscal y consensuada por el juzgado de garantías que lleva la causa, es la de homicidio calificado por la relación de pareja previa y por el género: “manteniendo esa calificación, la pena es de prisión perpetua”, aseguró la magistrada salteña.
“Nadie planteó emoción violenta”
Tras las versiones que circularon durante los últimos días sobre supuestas estrategias por parte de la defensa de Figueroa, que apuntarían a argumentar “emoción violenta” como atenuante frente a la acusación por el terrible femicidio, finalmente fue la misma jueza quien despejó las dudas y aseguró que “más allá de la estrategia que adopte el imputado, no hubo ningún tipo de presentación de ese tipo”. En ese sentido, la magistrada remarcó que “no es tan fácil de demostrar y requiere un material probatorio importante para demostrar, de acuerdo a parámetros legales, que existió ese shock emocional”.
“Emoción violenta” y femicidios
La estrategia planteada por la defensa de numerosos femicidas ponen una y otra vez sobre la mesa una polémica que resuena con fuerza y una lamentable suerte de loop: el uso del atenuante de “emoción violenta” en casos de femicidios. Y es que el estado de emoción violenta se usa como atenuante en muchas causas penales, incluso en los femicidios, porque se supone que hace perder al sujeto el pleno dominio de su capacidad reflexiva, y que sus frenos inhibitorios están disminuidos en su función. Si peritos y jueces no tuvieran permanentes prejuicios y estereotipos de género, esta clasificación no merecería reproches. Pero en los homicidios conyugales o de otras parejas, las atenuantes que se ponen en consideración de ningún modo son iguales en la valoración de la Justicia, lo que pone en duda su imparcialidad y acentúa la sospecha de las funciones de control y prevalencia patriarcal.