Afirman que la investigación “nunca estuvo detenida”
A raíz de ello, con el procurador general de la provincia, Pedro García Castiella, y en presencia de la familia, decidimos armar un equipo de investigación para que se haga un análisis exhaustivo y profesional de la causa desde punto cero“, dijo el fiscal Eduardo Villalba.
En este sentido recordó que ocho investigadores fueron puestos a “rastrillar” la causa, con verificaciones de hechos y personas, que figuraban en los inicios de la causa. Ahora quedaron tres investigadores.
Villalba destacó que se llevó a cabo una tarea interdisciplinaria en la investigación, en la que participaron policías, investigadores, psicólogos y sociólogos. Este equipo realizó un análisis minucioso, revisando foja por foja cada detalle de la causa, con el objetivo de obtener una comprensión más completa de los hechos y avanzar en el esclarecimiento del caso.
Villalba señaló que este es el motivo por el cual muchas personas se preguntan por qué se reactivó la causa después de trece años. Aclaró que esto es el resultado de un trabajo que comenzó hace dos años, enfatizando que la causa nunca estuvo completamente detenida.
El fiscal explicó que la causa fue derivada en enero de 2012 al ámbito federal por una declaración de incompetencia del juez provincial Federico Diez, pasando al juzgado en ese momento a cargo del exjuez federal Miguel Medina, bajo el sistema mixto de investigación. ¿La remisión del expediente se debió a que la sospecha principal apuntaba a un caso de trata de personas?
“La investigación fue exhaustiva, pero también debo señalar algo importante: esta causa fue utilizada en diversas ocasiones para satisfacer intereses oscuros y muy mezquinos”, afirmó Villalba. Detalló ejemplos de cómo se manipuló el caso, como en una ocasión en que una persona en disputa con su expareja por la tenencia de sus hijos lo acusó falsamente de tener a María Cash, lo que llevó a una investigación que duró un año.
Asimismo, recordó situaciones insólitas, como una pericia caligráfica realizada en una puerta de baño en Santiago del Estero por un mensaje escrito que decía “soy María Cash”.