Ante los Santos patronos, Cargnello, pidió terminar con los tsunamis de la inequidad
Ante miles de fieles y autoridades concentrados en el Monumento 20 de Febrero, monseñor Mario Cargnello dirigió previo a la renovación del Pacto de Fidelidad unas palabras, en las que como en homilías anteriores, durante este Milagro 2024 hizo mención y centró en la realidad del país.
Alertando contra todos los riesgos que hoy se atraviesan, pidió “terminar con los tsunamis destructivos”, sobre todo en sectores que esperan con fe y esperanza se los mire e involucre en las decisiones sociales.
“Pacto, memoria divina grabada a fuego en corazones de carne”, así comenzó el arzobispo de Salta su mensaje en este Milagro.
“Traemos nuestros dolores, nuestras alegrías, traemos la esperanza de tantos hermanos. Con nosotros vienen nuestras infidelidades y nuestra confianza”.
Luego hizo referencia a la crisis moral por la que atravesamos, y que tiene un impacto especial en los más pobres.
“Jesús es un hombre profundamente libre. Era libre frente a su familia y a sus discípulos les exige esa libertad. Era libre frente a los escribas y saduceos. No admite presiones de los que se creían dueños de la Ley”.
Luego hizo hincapié en que esa libertad lo marcó como no sectario, ya que se encontraba a gusto con los que no tenían lugar entre los poderosos. Apreciaba a las mujeres y las elegía. “Es libre frente al poder político, no se deja atrapar. Sus gestos eran libres”, dijo.
“Esta libertad de Jesús sorprendía a quienes lo observaban.”
“Jesús es el Dios con nosotros. Él es todo, con él vamos establecer este Pacto de amor y fidelidad. Un pacto se da entre iguales, en este caso un Dios que nos pone a su altura y nosotros abrimos el corazón a su espíritu”.
Posteriormente, dijo que para el hombre la vida social es esencial, y es aquí donde los cristianos “debemos tener justas relaciones, debemos generar y querer el bien del otro, tener deseos de justicia y fraternidad”.
Hizo un llamado a “no negar las propias equivocaciones, actuando con respeto, con magnanimidad, para reconocer los aciertos del otro, con paciencia de mirar a largo plazo”.
Dijo que se debe luchar no contra los hermanos sino contra la violencia, la droga, la inequidad social, la cultura de la muerte, la pérdida de la cultura educativa.
“El flagelo de la droga ya destruyó una generación de jóvenes, deshumaniza, quita la paz a los hogares, destruye económicamente, atenta contra la unidad de la familia. Es un tsunami destructor. Se debe luchar contra la inequidad social”.
Ya en la catedral cuando las imágenes eran despedidas con pétalos, con repique de campanas y con pañuelos en alto, recordó las indulgencias plenarias.
Cargnello agradeció por el trabajo realizado y habló del 2025
Pasadas las 20 horas de anoche, y ante una plaza 9 de julio colmada de fieles y peregrinos de distintos puntos de la Provincia y del país, el arzobispo de Salta agradeció a los distintos organismos que tuvieron a su cargo las áreas involucradas en las actividades que se llevaron adelante desde julio cuando las sagradas imágenes fueron entronizadas.
Así recordó a los obispos que acompañaron durante las celebraciones centrales de los cultos del Señor y la Virgen del Milagro, a monseñor Jorge García Cuerva, quien dio un testimonio calificado por Cargnello como “muy bueno, transformador para el Señor y la Virgen del Milagro, que transformará las celebraciones”; a Daniel Fernández, obispo de Jujuy; al obispo auxiliar de Orán Claudio Cartuccio; Luis Cocina, para monseñor Roberto Ferrari, aux. Tucumán. Para los sacerdotes de estas diócesis, curas del santuario, pidió un aplauso, pues “trabajan y de vez en cuando se debe agradecer”, también a los seminaristas y más de 600 voluntarios del Santuario, para el gobierno, el intendente, sus funcionarios, secretarías, y el Poder Judicial.
Luego continuó con las intendencias que acompañan a los peregrinos, Ministerio de Seguridad de Educación, Secretaria de Prensa, dirección y Cultos, Aguas del Norte, Edesa y SAMEC. A la Policía, a la escuela de cadetes, a la vial, a la de tránsito, Cruz Roja, Escuela Ramón Carrillo, medios de comunicación, redes sociales que apoyaron el Milagro. En Tierra del Fuego, “trasmitieron tantas personas de buena voluntad que hicieron que este Milagro sea posible”, dijo el arzobispo Cargnello.
Luego habló de la bendición apostólica, con indulgencias plenarias. “El que ofende debe restaurar la justicia herida. El que hace daño debe devolver el bien. El señor nos perdona. Pero la doctrina dice que hay que retribuir, y se debe hacer una obra de bien, confesar, comulgar, y profesando la fe”. Sin embargo, aclaró que a veces se entiende como un negocio. “No es así. Es la caridad de toda la iglesia. Lo bueno que hacés aunque no te vea nadie, te lo ve Dios y eso vale”.
Al hablar sobre el año 2025, dijo: “significa prepararnos con caridad, con solidaridad. Más allá de mis debilidades y caídas, para que todos crezcamos con la certeza que, si crecemos, vamos a crecer como sociedad, eso es la indulgencia”.
650 mil los fieles que vivieron la procesión
Cada año las cifras de los fieles que cubren el recorrido desde el Santuario hasta la Renovación del Pacto de Fidelidad termina siendo un tema de conversación en el seno de las familias: cada uno da su aporte, el que estuvo, el que lo miró por televisión, el que lo supone y el que lo compara con años anteriores.
Este año desde la Policía la cifra se conoció pasadas las 21, señalando que la asistencia fue de 650 mil personas a lo largo de las cuadras que separan la propia Plaza 9 de Julio y el Monumento 20 de Febrero en el pleno de su espacio.
De esta manera y con las sectorizaciones que se fueron organizando, se posibilitó que la presencia de los promesantes interfiriera lo menos posible con las actividades de otros ciudadanos, que deben mantener sus rutinas, a pesar que los cortes de calles se iniciaron temprano.