Argentina rechazó la aprobación de un proyecto para la explotación petrolera en las Islas Malvinas
El gobierno argentino cuestionó la decisión británica de avanzar con un proyecto de explotación de hidrocarburos en las Islas Malvinas que considera ilegal y anuncia acciones legales para defender la soberanía nacional.
En una declaración oficial, el Gobierno argentino expresó su rechazo ante la aprobación de un proyecto de explotación petrolera en las Islas Malvinas, una decisión de las autoridades del archipiélago avalada por el Reino Unido que genera fuerte tensión diplomática. La iniciativa, impulsada por las empresas Rockhopper Exploration, de Reino Unido, y Navitas Petroleum, con sede en Israel, contempla importantes inversiones para desarrollar el yacimiento “Sea Lion”, situado en la Cuenca Malvinas Norte.
La Cancillería sostuvo que no reconoce “competencia ni jurisdicción a ninguna autoridad distinta de la propia” para autorizar actividades relacionadas con hidrocarburos en áreas cuya soberanía está en disputa y subrayó que la decisión constituye un acto unilateral e ilegítimo. El Gobierno advirtió que quienes participen en el proyecto podrían enfrentar sanciones, restricciones operativas, inhabilitaciones y acciones legales tanto en jurisdicciones nacionales como internacionales.
Además, el comunicado oficial resaltó que la exploración y explotación de recursos naturales en territorios sujetos a disputa contraviene resoluciones de Naciones Unidas, como la 2065 (XX). Además señaló otras normas vinculadas al proceso de descolonización, que instan a ambas partes a retomar negociaciones para lograr una solución pacífica y definitiva al conflicto.
Asimismo, el gobierno de Tierra del Fuego reclamó a la administración nacional que adopte “medidas necesarias” para frenar el avance del desarrollo hidrocarburífero, señalando la importancia de proteger los intereses del país ante lo que consideran una vulneración de su soberanía.
El yacimiento Sea Lion, uno de los más prometedores en la región, busca producir decenas de miles de barriles diarios. Su posible explotación ha sido objeto de negociaciones y controversias durante años, y la reciente aprobación intensifica un conflicto que mantiene abiertas viejas diferencias entre Argentina y el Reino Unido sobre la soberanía de las Malvinas.
Mientras tanto, la Casa Rosada reforzó su postura de defender sus derechos soberanos mediante acciones administrativas, judiciales y diplomáticas que promuevan el respeto al derecho internacional y eviten lo que considera una explotación “ilegal e ilegítima” de recursos naturales no renovables en la plataforma continental próxima a las islas. (
Fuente: Ámbito Financiero