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Bolivia: Cuatro policías muertos en choques con bloqueadores afines a Evo Morales

Las protestas que sacuden Bolivia desde hace más de diez días se tornaron aún más violentas con la muerte de cuatro policías en enfrentamientos con manifestantes leales al ex presidente Evo Morales.

Los choques ocurrieron en Llallagua, una localidad minera del norte de Potosí, y en una carretera del departamento de Oruro.

Las víctimas fueron los tenientes Jorge Barrozo Rodríguez y Carlos Enrique Apata Tola, el sargento Jesús Alberto Mamani y el subteniente Christian Calle Alcón, todos fallecidos por impactos de bala. Un capitán resultó gravemente herido y permanece internado. En el marco de los disturbios, manifestantes quemaron un ómnibus que transportaba agentes, capturaron a varios uniformados e impidieron el paso de ambulancias, según medios locales.

Los piquetes, impulsados por sectores que exigen la renuncia del presidente Luis Arce y la restitución de Morales como candidato, han paralizado buena parte del país. En Llallagua, vecinos y comerciantes intentaron desbloquear rutas por la fuerza tras días sin combustible ni alimentos. Las tensiones derivaron en enfrentamientos con los grupos afines a Morales que mantienen cerrados los accesos.

También hubo disturbios en Vinto, a 20 kilómetros de Cochabamba. Allí, manifestantes se enfrentaron durante horas con la Policía, que respondió con gases lacrimógenos mientras recibía pedradas y petardos.

A la crisis política se suman reclamos por la situación económica. Bolivia atraviesa una aguda escasez de combustibles que ha colapsado el transporte y la producción agrícola. La inflación y la suba de precios golpean a las familias, lo que ha motivado protestas masivas en ciudades como La Paz y bloqueos en el área rural de Santa Cruz.

El ex presidente Morales, inhabilitado para postularse nuevamente por una sentencia constitucional que limita los mandatos presidenciales a dos, permanece en su bastión del Chapare, rodeado por campesinos que impiden cualquier intento de captura. Aunque niega estar detrás de los bloqueos, advirtió que un intento de desbloquear por la fuerza generará “más rebelión”.

El presidente Arce, por su parte, descartó renunciar y prometió endurecer la represión a los cortes de ruta. “No vamos a dejar que ganen los que no quieren elecciones ni democracia”, declaró tras confirmarse la muerte de los agentes.

A dos meses de las elecciones generales, el conflicto escala y varios sectores exigen que se declare el estado de excepción en las regiones más afectadas para restablecer el orden. La Defensoría del Pueblo, en cambio, instó al diálogo para evitar una crisis institucional mayor.

Fuente: Infobae

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