Brasil vota presidente en una elección de impacto global y entre temores de violencia

Unos 156,4 millones de brasileños elegirán hoy domingo Presidente, en medio de la campaña más tensa y violenta de la historia.

La compulsa se plantea entre el jefe de Estado de ultraderecha Jair Bolsonaro, que busca la reelección y ha puesto en duda la transparencia de los comicios, y el ex mandatario de izquierda y favorito en las encuestas Luiz Inácio Lula da Silva, en una jornada de trascendencia mundial e histórica que definirá el rumbo de la principal economía de América Latina.

Se trata de un inédito duelo entre Bolsonaro, que con su reeleción puede convertirse en el principal referente de la extrema derecha mundial -con capacidad de convocatoria en las calles- superando a su aliado y referente, el estadounidense Donald Trump, y el ex metalúrgico Lula, que renació del calvario judicial y el lawfare para intentar ratificarse como el líder de las mayorías.

El Tribunal Superior Electoral pretende informar los resultados a partir de las 17, cuando cierren los centros de votación y comiencen a ser cargados en tiempo real los números de las urnas electrónicas que se usan desde 1996 y distribuidas en los 27 estados.

El presidente del tribunal, Alexandre de Moraes, pidió ir a votar "en paz" y determinó que no se puede entrar a las cabinas de votación con teléfonos celulares ni con armas reglamentarias.

Bolsonaro acusó esta semana a Moraes de "cobarde" por una investigación abierta en su contra en la corte suprema, pero también en el marco de las denuncias de fraude sin pruebas que está realizando y que llevó al jefe de Estado a afirmar que aceptaría el resultado "solo si hay elecciones limpias".

Y es por eso que está en dudas el reconocimiento de los resultados, poniendo al gigante sudamericano en una inédita tensión impulsada por la extrema derecha tras haber flexibilizado las normas para adquirir armamento de la población civil.

Tres bolsonaristas mataron desde julio pasado a electores del Partido de los Trabajadores (PT) por cuestiones políticas, lo que provocó un fenómeno inédito de cara a esta elección: se trata del voto silencioso o temeroso de los brasileños para no pelearse en sus trabajos, familia y círculos de amigos.

Según la encuestadora Datafolha, el 35% de los electores dijeron sentirse incómodos para declarar su voto a otras personas por temor a violencia o conflictos entre sus seres queridos.

"Existe una necesidad de que la comunidad internacional reconozca los resultados electorales rápidamente", dijo a Télam la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann.

El Partido Liberal de Bolsonaro divulgó el jueves pasado un supuesto informe técnico en el que recomienda sugerencias para evitar fraude en las urnas electrónicas, algo que fue rechazado como "mentiroso y provocador" por la justicia electoral.

El PT, por su parte, prepara festejos para hoy a la noche porque existe la posibilidad, según las encuestas, de que Lula a los 76 años, pueda convertirse en presidente si cosecha más del 50% de los votos.

"Si no gano con el 60% el domingo es porque hubo algo raro", disparó Bolsonaro hace dos semanas y no se rectificó.

 

 

 

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