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Caputo ahora defaultea los contratos de energías renovables

Se trata de contratos para el desarrollo de energía renovables firmados ante el Banco Mundial. Un programa que impulso Macri en su gobierno.

Primero fue el default de la deuda acumulada a partir de la devaluación de diciembre con las generadoras, que tuvieron que aceptar un bono con una quita del 50 por ciento.

Las generadoras aceptaron a desgano con el compromiso por parte de Economía, a cambio de una nomalización del pago hacia adelante y la promesa de la activación de una licitación por USD 4.000 millones adjudicada por la gestión de Sergio Massa.

Caputo ya incumplió las dos promesas. El saldo pendiente por generación se encuentra impago en el orden del 70% mensual desde marzo a esta parte, lo que quiere decir es que Caputo solo está pagando el 30% de la energía térmica e hidroeléctrica que se inyecta en el sistema.  

A este contexto de máxima tensión se suma ahora el corte de la cadena de pago a las energías renovables.

Desde la implementación del Programa RenovAr impulsado por Mauricio Macri, la generación eólica y solar tiene prioridad de despacho pese a que es la más cara. Un mega renovable vale el doble que la generación térmica.

La generación enmarcada en el RenovAr explica el 35% del consumo en condiciones corrientes. 

Entre los acreedores de los afectados se encuentran: organismos multilaterales de crédito; agencias de crédito a la exportación; Bancos de Desarrollo; otros Estados soberanos; Bancos internacionales públicos y privados; y fondos de inversión de todo tipo. 

Contexto previo

En 2017, cuando Luis “Toto” Caputo fue ministro de Finanzas de Mauricio Macri determinó la emisión de Letras del Tesoro a ser entregadas al Fondo para el Desarrollo de Energías Renovables (Foder), para ser utilizadas como garantía de pago de las tarifas dolarizadas que se les reconocían a los que invertían en ese sector.

Un negocio muy polémico porque el Estado garantizaba a los inversores por años tarifas que superaban varias veces las de la energía convencional, a cambio de inversión.

Un informe de la Auditoría General de la Nación de diciembre pasado concluyó que el uso de títulos públicos para garantizar el programa de energías renovables generó una deuda indirecta por USD 7.368 millones, un monto equivalente a la construcción de tres gasoductos como el Néstor Kirchner, una obra estratégica para sacar el gas del megayacimiento, que necesita nuevos tramos para poder alcanzar todo su potencial.

Fuente: LPO


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