Cuando llega el atardecer, él se queda mirando los cerros, como si pudiera ver algo que yo no. El Eulogio, nunca supo ser despierto. Siempre fue de esos chicos que ni agraciado, ni muy dúctil con las palabras, servía para los mandados.
Es que su mamá, nos lo encargó. Y su padre, bueno, como casi todos los padres te dicen que sus hijos son buenos, que no van a dar problema con tal de que se les dé trabajo.
Creo que todos tenemos un Eulogio (o varios) en la familia. Es el primo del campo.
Pero creo también que todos sabemos que el Eulogio sería incapaz de levantar una piedra y cambiarla de lugar si el tío no lo habilita, también sabemos que la que manda es la prima, porque su papi es el Jefe. Eulogio no canta en La Poma, porque en su caso, aunque vino de un pueblo, canta en Salta y hasta en Buenos Aires.
Creo también que todos sabemos que su idoneidad pasa por su silencio, el silencio familiar, y hasta sepulcral. Y ahora no va a cantar.
Eulogio va a hacer lo que manden los patrones. Eulogio no pregunta, dice “lo que mande Ud. Patrón”. Eulogio, no opina, acata. Eulogio, no concede, obedece. Es bueno para los mandados.
Eulogio es comedido. Eulogio es especial. No tiene iniciativa, al menos no de la propia, él no ha desarrollado la autonomía. Para lo que él hace, basta seguir órdenes. Y las órdenes las da el tío, padrino y patrón. Es que las fincas, ya sabemos, hay que mantenerlas y no es fácil, hace falta gente sumisa, el peonaje tiene que bajar la cabeza, y si algún error pasa, asumir los costos, porque el patrón, ¡ay! El patroncito nunca se equivoca, y la niña de sus ojos, la prima, tampoco.
Claro que, al Eulogio, le duele que lo nieguen, que digan ahora que es un pariente lejano, después de todo lo que hizo. Pero sabe que así son las cosas, Eulogio, como dicen su madre y su padre, no va a dar problemas, porque es incapaz de mover una piedra en toda la finca sin que se lo manden, es churo y hasta guapo para levantarse temprano, es que la gente muchas veces cree que para el choreo se puede ser vago, y no, se equivocan, para el afano y ese que da réditos hay que ser constante, y créanme que hasta bien lúcido, porque robar haciéndose pasar por un señor honesto es cosa seria, no vayan a creer que es para cualquiera. Y el Eulogio, el Eulogio es como su apellido lo indica, es yerba buena: es un Cilantro, aunque digan que el cilantro es pariente ahora lejano del perejil.
Esmeralda Soledad Siuffi