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Caso Zoe: Ricardo Vilardel declaró que es inocente y que solo era un empleado

Con la declaración de otro grupo de damnificados y del imputado Ricardo Vilardel se reanudó ayer la audiencia de debate en la causa por múltiples estafas seguida en Salta contra los referentes de Generación Zoe.

Ricardo Vilardel declaró sin recibir preguntas de las partes. Aclaró que es “totalmente inocente”, al igual que sus familiares, y denunció haber sido víctima de difamaciones.

Manifestó que deseaba aclarar las cosas porque “con el tiempo todo se distorsionó y los hechos se malinterpretaron”. Admitió que el daño económico existió, pero subrayó que él y su familia no tuvieron que ver con las propuestas de inversiones, los robots y la Zoe Cash que ofrecía la empresa. Eran modelos de negocios que ya habían sido creados por la compañía”, aclaró. Aseveró que nunca tomó decisiones y que siempre cumplió órdenes de Leonardo Cositorto.

Vilardel sostuvo que él y su hermano fueron empleados de Zoe y que su rol era actuar como soportes. Dijo que él nunca fue experto en finanzas y que “como a todos, lo invitaron a participar de una empresa donde se podía tener rentabilidad y también podías capacitarte”.

Contó que su relación con Cositorto comenzó en 2017, cuando participó de una capacitación en coaching que dio el creador de Zoe en Salta. Manifestó que en ese momento él estaba con ataques de pánico y que por esa razón se acercó a esa disciplina. Dijo que le resultó, se entusiasmó y decidió hacer la carrera en la plataforma de la firma. Se certificó a fines de 2018. En 2019 accedió a becas en la misma “universidad” por 100 dólares y le ofrecieron una comisión de 50 dólares por vender la capacitación. Le pareció conveniente y comenzó a ofrecer las becas. Así comenzó su vínculo con la empresa.

Luego, durante la pandemia, puso una dietética con su esposa y, paralelamente, seguía al tanto de Zoe a través de los grupos de whatsapp. Allí comenzaron a hablar de Generación Zoe y de una criptomoneda propia, de inversiones en dólares y de franquicias educativas. Era evidente el crecimiento de la empresa.

También ingresaron su esposa y su hermana

Vilardel continuó contando que en enero de 2021 la compañía celebró las mil franquicias. La gente contaba acerca de los beneficios y de la rentabilidad de las operaciones financieras. Fue entonces que decidió preguntarle a Leonardo de qué se trataba. En febrero vendió una camioneta e ingresó como inversor. Dijo que todo hacía suponer que se trataba de un holding empresarial legal y en crecimiento. Invertía en inmuebles, creaba unidades de negocios, mostraba un respaldo que explicaba el 7.5 por ciento de interés mensual que ofrecía.

Señaló que, ante la demanda creciente de inversores, posteriormente su esposa y su hermana comenzaron a colaborar en la oficina, también como soportes. Esto, con autorización de Leonardo. Aseguró que la plataforma de Zoe funcionaba y era real.

Sostuvo finalmente que la oficina de Salta se cerró temporalmente por orden de Cositorto. Pero la compañía siguió trabajando de manera virtual. Dijo que el 7 de marzo la sede volvió a abrir y que él siempre respondió los mensajes que le enviaban los damnificados.

Los denunciantes que declararon ayer, como los anteriores, contaron acerca de las inversiones realizadas y de cómo perdieron contacto con los referentes de la firma cuando comenzaron los conflictos legales en Córdoba.

El tribunal está integrado por los jueces de la Sala I del Tribunal de Juicio, Martín Pérez (presidente), Javier Aranibar y Leonardo Gabriel Feans (vocales). Por el Ministerio Público interviene la fiscal penal de la UDEC, Ana Inés Salinas Odorisio.

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