Cerrillos: Advierten maniobra política tras el rechazo a la rendición de los Corsos 2025

La asesora contable del Concejo Deliberante de Cerrillos, Isabel Corimayo, recomendó rechazar la rendición presentada por la Comisión de Corso de las Flores 2025. Desde la comisión organizadora sostienen que hay fines políticos detrás de la objeción.
La rendición de cuentas presentada por la Comisión de Corso Flores 2025 ante el Concejo Deliberante de Cerrillos fue objetada por Isabel Corimayo, asesora contable del cuerpo desde 2023.
La profesional recomendó el rechazo del expediente, lo que generó fuertes cuestionamientos por parte de referentes del ámbito cultural y político, quienes señalaron inconsistencias en el criterio técnico y advirtieron un posible trasfondo político en la decisión.
En primer lugar, el dictamen de Corimayo señala como principal motivo la falta de personería jurídica de la comisión. No obstante, este requisito es de carácter facultativo. Además, observó la validez de ciertas certificaciones de firmas emitidas por una funcionaria de paz, que avaló contratos con artistas.
Sin embargo, estas mismas condiciones se aceptaron y aprobaron por la misma asesora en 2024, cuando dictaminó a favor de la rendición de cuentas de la edición 118° de los Corsos. En ese entonces, el informe contable terminó aprobado por el cuerpo deliberativo sin objeciones.
Maniobra política
Ante esta situación, integrantes de la comisión y actores vinculados a la organización del carnaval encendieron las alarmas. Según afirmaron, el procedimiento seguido este año fue idéntico al del año anterior, tanto en plazos como en forma, y el rechazo actual carecería de un fundamento técnico claro.
En consecuencia, señalaron que la variación en los criterios técnicos podría responder a intereses ajenos al funcionamiento institucional. Particularmente, en un contexto donde algunos sectores políticos buscan recuperar protagonismo tras los últimos resultados electorales.
Asimismo, el caso generó repercusión en medios locales, que retomaron el tema y lo vincularon con otras situaciones similares en las que informes técnicos terminaron utilizados como herramientas de presión o desgaste político.
Finalmente, desde la Comisión de Corso aseguraron haber cumplido con todos los lineamientos establecidos en la normativa vigente.
Además, manifestaron su preocupación por lo que consideran un uso discrecional de argumentos técnicos que, según sostienen, podría tener como fin frenar iniciativas culturales independientes o condicionar su desarrollo.