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Chevron y Venezuela: el Congreso de EE.UU. evalúa su papel político

Chevron con Venezuela y una crucial audiencia para revisar las licencias comerciales tras relaciones diplomáticas y electoral.

Hoy, la Cámara de Representantes de Estados Unidos celebra una audiencia crucial para revisar las licencias comerciales de Chevron con Venezuela. La presidenta del Subcomité del Hemisferio Occidental, María Elvira Salazar, convocó a funcionarios del Departamento de Estado y de USAID para discutir los beneficios políticos que el régimen de Nicolás Maduro obtiene de su relación con la petrolera estadounidense.

La audiencia, titulada “Maduro volvió a robarse las elecciones: la respuesta al fraude en Venezuela”, tiene como objetivo explorar el impacto de las licencias de Chevron en el régimen de Maduro. Se debatirá el rol de la petrolera en la economía venezolana, ya que la extracción de petróleo por parte de Chevron representa un 30% de los ingresos petroleros del régimen.

El subsecretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Kevin Sullivan, y otros altos funcionarios fueron citados para explicar la postura de la administración de Biden. “Queremos entender cuántos ingresos recibe el régimen y si otras compañías, además de Chevron, tienen licencias”, dijo un asesor parlamentario.

Chevron, ¿jugador económico o político?

Mike Wirth, director ejecutivo de Chevron, defendió la postura de la compañía en una conferencia. “Estamos en Venezuela para apoyar a la economía y crear empleos, no para involucrarnos en política”, afirmó. Sin embargo, tanto demócratas como republicanos consideran que las licencias de Chevron sostienen la estabilidad del régimen de Maduro.

María Elvira Salazar, representante de Florida, insiste en que estas licencias permiten al régimen populista enfrentar el aislamiento internacional. “Las regalías que recibe Maduro le dan recursos para sostener su dictadura”, explicó.

¿Suspender la licencia?

El gobierno de Biden evalúa la posibilidad de suspender la licencia de Chevron para presionar al régimen venezolano a negociar con la oposición. La Casa Blanca, a través del Consejo Nacional de Seguridad y el Departamento de Estado, ya ha recogido evidencia que sugiere que la suspensión podría causar un impacto político significativo. Aunque Chevron produce unos 200.000 barriles por día en Venezuela, los expertos aseguran que esto no afectaría gravemente el mercado global.

“La suspensión de la licencia de Chevron podría desestabilizar económicamente al régimen de Maduro”, señaló un alto funcionario. Sin embargo, la empresa ha argumentado que una interrupción en la producción podría generar caos económico y aumentar la inmigración ilegal hacia Estados Unidos.

La audiencia en el Capitolio se enfoca en cómo Estados Unidos debe manejar sus negocios con Venezuela en el contexto del fraude electoral y la represión bajo el régimen de Maduro. “Estados Unidos no debería hacer más negocios con la dictadura”, concluyó Salazar, dejando claro que el destino de las licencias comerciales está en juego en este debate crucial.

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