Con 9 años de #NiUnaMenos y 10 de emergencia por la violencia, no hay soluciones
El noveno #NiUnaMenos trajo aparejados los reclamos en carne viva por la vulneración de todos los derechos adquiridos en las calles, en las marchas, en los recintos, a manos de un gobierno que ya en campaña vociferaba el “afuera”, de todas las políticas de género. Y al que, en el presente, no le tiembla el pulso en borrar de un plumazo, todo lo construido, y en avivar los discursos odiantes.
En Salta, a los 9 años del #3J se le suma un año más, 10 en emergencia por violencia de género. De este modo, la provincia se hizo eco de ese reclamo por justicia, economía, legislación, trabajo, y un largo listado de consignas que se resumen en una: el fin de todas las violencias contra las mujeres y diversidades, que siguen marcando a sangre (y hambre) a los cuerpos. 127 femicidios/lesbicidios/trans-travesticidios en todo el país en cinco meses (enero a mayo): 17 víctimas habían realizado denuncia; 5 femicidas tenía dictada medida cautelar de prevención; 7 femicidas perteneciente o ex fuerza de seguridad; 8 víctimas tenían indicio de abuso sexual; 1 víctima en presunción de prostitución o trata; 2 víctimas estaban embarazadas; 3 lesbicidios; 1 trans/travesticidio; 7 víctimas eran migrantes; 17 femicidas se suicidaron; 11 víctimas en contexto de narcocriminalidad; 9 femicidios vinculados de varones adultos y niños. ¿Cifras no atribuibles a un determinado colectivo como espeta la voz cantante presidencial? Porque además del grave desconocimiento, se suma la sorna discursiva que también resulta violenta y odiante.
Un nuevo 3 de junio para recordar que la violencia hacia mujeres y diversidades no se circunscribe a hechos privados y de pareja, sino que se encuentra presente en todos los espacios. De ahí la necesidad un Estado que esté a la altura de los compromisos internacionales asumidos por nuestro país en materia de derechos de las mujeres y diversidades.
Más que cifras
En la provincia de Salta, durante 2023 fueron 11 los femicidios ocurridos, 18 muertes violentas las que se investigan (con cifras de marzo de 2024), de las cuales 14 no tienen imputaciones fiscales ni muestran avances en la investigación. De esas 18 muertes, 4 serían suicidios que deben investigarse por protocolo como posibles femicidios teniendo en cuenta que, en muchos de esos casos, existían denuncias por violencia de género.
Las actividades, de importante convocatoria iniciaron este lunes desde temprano, en las puertas de ciudad judicial, organizada por Madres Protectoras y Criando Solas, y prosiguieron por la tarde en Plaza 9 de julio, con un tendedero que expuso a los deudores alimentarios, pero también arte, una ceremonia ancestral y un altar por el triple lesbicidio de Barracas.
“Efecto de muerte”
Nuevo Diario dialogó con la activista LGBTIQ+ y ex directora del Observatorio de Violencia contra las Mujeres en Salta, Pía Ceballos, quien se expresó muy movilizada por el presente: “Es un día de reflexión donde nos convocamos a marchar unidas en un grito de Ni Una Menos, para que nos dejen de discriminar, violar y matar. Es la opresión y violencia machista la que nos mata a las mujeres, lesbianas, travestis, trans y personas no binarias. Estos crímenes de género existen y se agudizan en contextos actuales donde el gobierno de derecha promueve el odio, la pobreza y el ajuste, teniendo efecto de muerte en la vida de mujeres y disidencias más humildes
La masacre de Barracas es el reflejo de esa violencia donde el motor fue el odio. Ese triple lesbicidio por el que pedimos justicia, por Andrea, Pamela, Roxana y Sofía. Necesitamos que la sociedad nos acompañe en la lucha contra la violencia de género y pongamos juntes el alto a las condiciones de permiso para matarnos. Hoy marchamos gritando con todas nuestras fuerzas que libres y vivas nos queremos”.