Con la entronización del Señor y la Virgen, comenzó el tiempo del Milagro
Con el lema “Milagro, camino que renueva nuestra Fe y nuestro Bautismo”, este sábado y ante cientos de fieles, se realizó la entronización de las imágenes del Señor y Virgen del Milagro en la Catedral Basílica de Salta, y con ello, el inicio del tiempo de fe para los salteños y una de las celebraciones religiosas más importantes de Latinoamérica.
La ceremonia estuvo encabezada por Monseñor Mario Antonio Cargnello y fue transmitida por las redes sociales de la Catedral dónde se relatará la historia del milagro en cinco idiomas (castellano, inglés, italiano, francés y portugués).
Con un emotivo marco de fieles, se procedió a la salida de las sagradas imágenes desde sus naves a los laterales del altar principal y a lo largo de los próximos 50 días, hasta la renovación del Pacto de Fidelidad, el 15 de septiembre próximo.
El culto de las Imágenes del Milagro se inicia en Salta en el año 1.692, días después de que un fuerte terremoto, que alcanzó los 7 puntos en la escala de Richter, sacudió la ciudad en cuya Iglesia Matriz se encontraban las dos imágenes.
“Las imágenes nos acompañaron en los temblores del mundo moderno: enfermedades, dolores, la pandemia”, señalaron en el relato que oficiaba la antesala de tan ansiada salida de las imágenes.
“Este año, esperamos abrir la consciencia al bautismo”, sostuvo Monseñor Cargnello, mientras los pañuelos en alto y alguna lágrima derramada, dando la bienvenida a un tiempo que busca la paz y el amor para los salteños.
“Ser hombres nuevos”
La parábola de la semilla de mostaza y la levadura, fue la lectura en la celebración de la Santa Misa y el mensaje apuntó a la transformación de los corazones a partir de la fe.
Monseñor Cargnello instó a que esa transformación se a partir de “caminar juntos, algo que nace en el sacramento del bautismo. No es una realidad del pasado y cuyo recuerdo se perdió. La realidad del bautismo vive como agua que va dando vida, la atraviesa hasta el final” dijo el sacerdote y agregó: “Ser bautizado significa ser hombres nuevos, y eso significa ser la buena semilla”
Con la entronización y el inicio del tiempo del milagro, también comienzan una serie de actividades que llevarán hasta la Catedral a delegaciones escolares, de instituciones, etc. hasta el inicio de la Novena el próximo 6 de septiembre.
Luego los cultos centrales, con el solemne Triduo, la llegada de los peregrinos y la procesión.
Cargnello: “Redescubrir el bautismo”
En su homilía, monseñor Cargnello aseguró que es el Milagro, el marco donde “La iglesia quiere redescubrirse como un misterio de comunión, y el reflejo de la Trinidad Santísima”.
“El Milagro está atravesado por la entrega a la misericordia de Dios, mucho más allá de las fronteras de nuestra provincia”, dijo y agregó: “Es un tiempo que toca nuestro corazón, que se manifiesta en la cercanía de las imágenes y de la gente que nos recibe en esta casa y ciudad, y la propuesta de una nueva comunidad”.
El máximo representante de la Iglesia Católica en Salta, dio continuidad a su mensaje, y a la trascendencia del sacramento del Bautismo, como lema ordenador de la convocatoria de este año, apuntando a “la inmensa dignidad que nace del bautismo, la fuerza que tiene y que nos invita a reconciliarnos”
En ese sentido, auguró que en esta oportunidad, “transforme todas las dimensiones de nuestra vida”, y advirtió: “los cristianos no nos podemos dormir ni dejarnos envolver por lo mundano que no nos deja reaccionar”.
En esa dirección, Cargnello remarcó ayer: “el milagro sacude nuestras comodidades, es una provocación a dar un paso más”.
Asimismo, y por último hizo hincapié en la Fe que: "Se hizo carne a partir de los terremotos, y que llevaron a nuestros mayores a confiar la vida de este pueblo al Señor y a la Virgen y que fue madurando hasta hacerse un gesto de libertad y de amor en el pacto de fidelidad de 1.845, y va marcando la espiritualidad con el crecimiento del mundo de los peregrinos que hoy nos envuelven como un don de Dios y que golpea la puerta de nuestro corazón para que la fe se haga viva, en un compromiso a favor de la vida, de la familia, de una ciudadanía responsable que cultive el amor y el servicio a la Patria, y una fraternidad basada en la justicia y promotora de la paz".