Condenan a una pareja por prostituir a menores mediante engaños
En un juicio abreviado llevado a cabo en la Sala I, un hombre y una mujer fueron condenados por promoción de la prostitución. Los hechos salieron a la luz a partir de la denuncia presentada por la madre de una de las víctimas, menor de edad.
El juez Martín Fernando Pérez condenó a Brisa Ailén Portus (20), alias “Bruchu”, a la pena de cuatro años de prisión por resultar autora de los delitos de promoción de la prostitución y coacción, en concurso real.
En el mismo fallo, Ricardo Alfredo Pol (50) fue condenado a cuatro años y ocho meses de prisión como autor responsable del delito de promoción de la prostitución. El sujeto resultó sobreseído de los delitos de grooming y tenencia de pornografía infantil por retiro de la acusación fiscal.
La denuncia fue presentada en enero de 2021. Según refirió la denunciante, en ese momento notó cambios de actitud en su hija (15 años en ese momento), quien comenzó a llegar a la casa con dinero en su poder. En 2019, en el contexto de sesiones de terapia psicológica que ambas realizaban debido a que en 2016 la menor había sido víctima de abuso sexual por parte de su padrastro, ella le preguntó de dónde obtenía el dinero. Su hija le respondió que se lo daba un amigo.
En noviembre de 2020, tras mantener una discusión con la menor, esta le confesó que tenía miedo porque un tal “Riqui” tenía fotografías y videos íntimos suyos. Relató que en mayo de 2019 leyó en Facebook una publicación donde una tal Ángela Angie solicitaba “chicas para la limpieza de oficinas”. Ella escribió pidiendo más información. Por Messenger, la usuaria Angie le preguntó su edad y le pidió una foto y su número de teléfono. Poco después la llamó un tal Ricardo. Le dijo que le podía adelantar el dinero de la limpieza y la citó en una esquina céntrica.
La damnificada aceptó y acudió al encuentro. El imputado se presentó, le entregó 600 pesos y se fue. Luego comenzó a llamarla. Lo hizo varias veces, ofreciéndole otro tipo de trato. Le dijo que podía darle dinero a cambio de mantener relaciones sexuales con él. La joven finalmente aceptó. A partir de ahí (junio de 2019) comenzó a citarla y a llevarla – primero- a un motel alojamiento y – luego- a una oficina ubicada en el centro de la ciudad.