Judiciales

Confirman condenas por el doble homicidio de la Circunvalación Oeste

Kalil Ezequiel Chejolán y a Julián Bautista Bubroski fueron condenados a la pena de prisión perpetua y multa por resultar coautores penalmente responsables de los delitos de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas,

La Sala I del Tribunal de Impugnación no hizo lugar a la casación contra la sentencia dictada por la Sala V del Tribunal de Juicio y condenó a los dos sujetos por el asesinato, que fue catalogado como cometido criminis causa, por alevosía y agravado por el uso de arma de fuego (dos hechos), en perjuicio de Jonatan Pablo Tolaba y Romina Isabel Zerda, en concurso real; y comercialización de estupefacientes.

En el mismo fallo, Ricardo Alberto Galarza fue condenado a la pena de diez años de prisión efectiva como partícipe secundario de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, por ser cometido criminis causa, por alevosía y agravado por el uso de arma de fuego (dos hechos).

“Se encuentra acreditado que el desenlace fatal del suceso que acabó con la vida de Tolaba y Zerda, fue precedido de un plan criminal en el que los acusados y Ramos se dividieron las funciones en la trama delicitiva y cuyas particularidades resultan relevantes en términos de adecuación penal”, señalaron los jueces Luciano Martini y Ramón Medina en su fallo.

Sostuvieron que “Chejolán, Bubroski y Ramos idearon un plan homicida y lo ejecutaron conforme al guion previamente trazado, mediante diversas conductas que pluralizan la ejecución y que imponen tener por realizada la figura bajo examen”.

En cambio, respecto de Galarza “no se ha logrado acreditar su participación en el concierto de voluntades que determinan la pre ordenación y la ideación concreta del plan criminal”. Pero éste tenía conocimiento del hecho.

Condenados por secuestro de un taxista

Dos hombres fueron condenados en San Ramón de la Nueva Orán a la pena de cuatro años de prisión efectiva por un hecho ocurrido el 3 de octubre del año pasado.

Ese día un taxista inició un viaje desde Embarcación a Pichanal llevando a dos individuos que lo abordaron. Pero a mitad del camino los pasajeros obligaron al conductor a detener el automóvil.
En ese momento los dos hombres tomaron cautivo al hombre atando sus manos con un precinto plástico y colocándole un pasamontañas en la cabeza para que no viera los movimientos.

Los hombres tomaron la conducción del automóvil y siguieron por la ruta nacional 50 hasta la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán. Cuando estaban circulando, una patrulla policial vio al conductor del taxi que gritaba por la ventanilla del automóvil pidiendo auxilio y vieron cómo uno de los secuestradores lo tomaba del cuello para impedir que siguiera gritando.

De inmediato, los agentes policiales iniciaron una persecución y los delincuentes arrojaron a la víctima del vehículo. Uno de los policías auxilió al taxista mientras que el resto del equipo que iba en el móvil policial logró interceptar a los dos sujetos en la zona norte de la ciudad.

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