Cultura

Cuando la zamba y la danza caminan a la par y en perfecta armonía

La zamba “7 de abril” es una composición emblemática considerada “madre” del género musical folclórico de la cual no se conoce con rigor a su verdadero autor. Por qué se celebra el 7 de abril y los misterios sobre su origen.

¿El 7 de abril Día de la Zamba? Si bien el Día Nacional de la Zamba se estableció oficialmente el 29 de septiembre en homenaje al natalicio de uno de los “padres del folclor”, Gustavo “Cuchi” Leguizamón, tradicionalmente se la sigue recordando cada 7 de abril, porque ser la fecha en que se inscribe en SADAIC la primera zamba argentina.

No obstante, este un día que se impuso por fuerza de la tradición popular, sobre todo para festejar la más conocida y característica de todas ellas que es, justamente, "La 7 de Abril".

Es para muchos la madre de las zambas: fue una de las primeras en inscribirse en los registros de Sadaic y además tiene una historia particular, rodeada de misterio.

La 7 de abril es para muchos la madre de las zambas: fue una de las primeras en inscribirse como tal en los registros de SADAIC y además la pieza musical tiene una historia muy particular, rodeada de un halo de misterio.

Para empezar, no se conoce con rigor a su verdadero autor. Tampoco sabemos sobre el motivo de su nombre.

Según escribe José Antonio Faro en su libro Zambas históricas y tradicionales, existen dos versiones: una es la que Andrés Chazarreta le escuchó tocar a músicos populares santiagueños, a inicios del siglo XX, y que en 1916 registró a su nombre, con una letra romántica, que nada explica en relación al 7 de abril.

La otra historia es que en 1923, Manuel Gómez Carrillo, publicó una versión cuyas diferencias con la de Chazarreta son de notación musical, dato irrelevante para músicas de tradición oral. A esa relectura Leda Valladares le agregó años más tarde una letra que tampoco explica el nombre.

Santiagueños y tucumanos se disputan la pertenencia de la 7 de abril. La investigadora Isabel Aretz refiere que el verdadero autor sería un violinista tucumano conocido como el “Ñato Carrillo”, que murió en 1911. Otras fuentes dan como autor al arpista Agenor Reynoso.

Pero en Santiago del Estero es atribuida por tradición a diversos músicos populares de fines del siglo XIX, entre ellos un arpista, “el ciego Chaza”.

Los Hermanos Abalos decían que jamás se iba a conocer quién fue realmente su autor.

En Sadaic hay dos registros: una de Chazarreta y la otra de Gómez Carrillo.

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