Interés general

Cuando una pareja se separa, el 65% de los padres no cumple con la alimentación

El INDEC lanzó en abril el Índice de Crianza (IC), una cifra que busca sentar las bases de la cuota alimentaria y además desnaturalizar la invisibilización de las tareas del cuidado. Así, recientemente fue utilizado en sentencias  de alimentos en provincias como Buenos Aires, San Juan y se espera que el resto del país se haga eco.

Y es que de los históricos números recopilados en encuestas se pudo corroborar el preocupante número de padres que no pagan la cuota alimentaria de sus hijos e hijas en todo el país, lo cual impulsó a la toma de acciones concretas, entre ellas la incorporación del Índice de Crianza que además se actualiza mensualmente.

Al respecto, y en diálogo con Nuevo Diario, Sabrina Cartabia, abogada e integrante del Ministerio de las Mujeres de la Provincia de Buenos Aires, y una de las autoras de este índicador, explicó los alcances del mismo, y la importancia de su aplicación por parte de la justicia.

“Confirmamos un vacío de datos muy grande en el tema” relató y añadió: “pudimos poner en práctica de esta manera, una línea de base, para saber cómo estaban las cosas y cuáles son los pronósticos para hacer propuestas que den respuestas y resuelvan verdaderamente las necesidades de las mujeres y sus hijos”, continuó.

“Ahí nos dimos con números alarmantes como por ejemplo que, en el 65% de los casos, cuando una pareja se separa, el padre no cumple con la obligación alimentaria, o cumple cuando quiere o cumple menos de lo que debería. Es un número que se volvió a confirmar tras un estudio posterior de UNICEF, que lo hizo en todo el país y arrojó porcentajes similares en este planteo sobre las obligaciones de cuidado”, precisó la especialista.

A partir de eso hicieron un plan de acción, a partir del cual el Estado establezca presunciones de cuánto se estipula por los cuidados, para que eso sirva para los procesos judiciales y deje de haber demora. “Y lo que estamos viendo ahora, es la materialización de esa conquista de un grupo de mujeres que estamos trabajando el tema a partir de un esfuerzo coordinado con el acompañamiento del Ministro Sergio Massa”, celebró Cartabia.

Un piso, no un techo

La funcionara resaltó los primeros fallos de alimentos obtenidos recientemente con la aplicación de este indicador: “estoy segura de que esto se va a extender a todo el país”. “El índice de crianza es hoy ya,  una herramienta que pueden empezar a utilizar las mujeres que están en el proceso de obtener la cuota alimentaria”, enfatizó la abogada y  señaló: “por primera vez el Estado le pone un número a eso, y marca las conversaciones porque establece un piso mínimo de lo que sale el cuidado”. “Con eso salimos a litigar y exigirle al poder judicial que lo aplique”, insistió. No obstante, Cartabia también hizo hincapié en la importancia de una perspectiva de género en la justicia: “no es un problema de la normativa, aunque si bien tiene que cambiar muchas cosas, también se trata de un problema de actitud de las autoridades en el Poder Judicial para con la mirada sobre el tema”.

Los registros de deudores alimentarios

Si bien a fines del año pasado, el Congreso aprobó la creación del Registro Nacional de Deudores Alimentarios, el cual será de carácter público y comprenderá diversas limitantes para las personas registradas, lo cierto es que configura letra muerta para el análisis de las especialistas en el tema.

“Lo que vimos es que el registro en PBA, como en otras provincias así como está no sirve, por lo que sugerimos que ya tenemos un registro de deudores dependiente del Banco Central como el VERAZ, que ingrese allí”, señaló Sabrina Cartabia e insistió en la necesidad de  tener un registro unificado de deudores alimentarios en la argentina, “pero más veraz es que las mujeres obtengan rápidamente sentencias que determinen el monto de la obligación alimentaria, por eso es fundamental el índice de crianza”, argumentó.

Asimismo, analizó: “además tenemos que cambiar más cosas, tenemos que hacer que los incumplidores ingresen en el registro, con el incumplimiento de los alimentos provisorios y no esperar a la sentencia definitiva, todo esto para compeler a que cumplan con su obligación”

“Y esto es sólo una parte, porque en realidad lo que nosotras queremos, es no tener que obligar a los varones a punta de usar el Poder Judicial a que cumplan con sus obligaciones. Nosotras queremos que estén comprometidos con el bienestar de sus hijos”, sentenció.

Del mismo modo se refirió una de las directoras del Observatorio de Violencia Contra las Mujeres de Salta, Natalia Fuentes, en diálogo con este medio, destacando también la implementación del índice de crianza: “sabemos que todavía hay una gran lucha que deben librar quienes están a cargo de esos niños, niñas y adolescentes, para acceder  a esta obligación alimentaria y si bien es fundamental esta herramienta, no menos importante es garantizar que el cumplimiento de las cuotas de carácter alimentario sea entendido como  algo que debe ser en forma regular y no esporádica”, señaló. 

“Una cuestión cultural”

Las especialistas también pusieron énfasis en la necesidad de continuar alentando políticas en este sentido, ello a la luz de las detracciones de las que son blanco, en boca de los espacios opositores, en el marco de la campaña electoral. “Entendemos que tenemos responsabilidad, que también queremos atacar a la pobreza, que justamente el aumento de la pobreza infantil no puede ser dejar de ser abordada sin que se tenga en cuenta el abandono parental, sin tener en cuenta la responsabilidad institucional, sin que el poder judicial tome decisiones que beneficie a las personas más vulnerables que son las mujeres y sus hijos y que no se naturalice el incumplimiento alimentario, que no tiene que ver con los sectores más vulnerables”, aseguró

En esa misma línea, Cartabia apuntó a una cuestión cultural y tristemente naturalizada: “en muchos casos se emparenta a la cuota con una multa o un impuesto, y como además tenemos una cultura que dice que pagar impuestos es de boludos, finalmente  se emparenta todo esto con la responsabilidad parental, y lo terminan legitimando”, lamentó.

 

 

 

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