Cuba vuelve a sufrir un apagón total tras fallar la recuperación del sistema eléctrico
Este sábado, toda Cuba quedó nuevamente sin electricidad luego de que colapsara el proceso de recuperación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
El apagón general comenzó el viernes por la mañana, cuando una falla en la central termoeléctrica Antonio Guiteras –la más importante del país, ubicada en Matanzas– provocó el colapso del sistema. Desde entonces, las autoridades intentaron reenergizar áreas aisladas con la esperanza de restablecer el servicio en todo el país, pero una nueva interrupción frustró esos avances.
“El sistema está en cero desde que la central Guiteras salió de servicio”, declaró Lázaro Guerra, director de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas, en la televisión estatal. Guerra aseguró que se trabaja para restablecer el suministro lo antes posible.
Una crisis energética sin precedentes
El apagón ocurre en medio de una “emergencia energética” declarada esta semana por Miguel Díaz-Canel, quien describió la situación como “tensa y compleja”. Ante la gravedad del problema, el régimen decidió suspender todas las actividades laborales no esenciales desde el viernes, afectando ministerios, escuelas y otros organismos del Estado.
El SEN se encuentra en estado crítico por varias razones:
- Obsoletas centrales termoeléctricas, muchas con más de 40 años de uso.
- Déficit de combustible, provocado por la falta de divisas para importarlo.
- Falta crónica de inversiones en infraestructura energética.
A lo largo de los últimos años, Cuba ha intentado mitigar su déficit energético con centrales flotantes alquiladas, pero estas medidas han sido insuficientes para resolver la crisis.
Apagones recurrentes y descontento social
Los cortes eléctricos son un problema habitual en Cuba, pero la situación se ha agravado desde agosto y alcanzó niveles comparables con las peores crisis registradas en 2021 y 2022. Esta crisis energética está afectando gravemente la economía de la isla, que se contrajo un 1,9 % en 2023 y sigue por debajo de los niveles de 2019, según cifras oficiales.
El descontento social también ha ido en aumento. Los frecuentes apagones han desencadenado protestas antigubernamentales, incluidas las históricas movilizaciones del 11 de julio de 2021 y las más recientes manifestaciones del 17 de marzo de 2024 en Santiago de Cuba.
Frustración de los ciudadanos
La situación ha generado gran malestar entre la población. Tania Ramírez, una residente de La Habana de 39 años, expresó su decepción en declaraciones a la AFP:
“No solo falta electricidad, también faltan gas y agua. Mi generación quiere seguir confiando en la revolución, pero nuestra resiliencia tiene límites”.
Durante la noche, las únicas luces en la capital, que alberga a dos millones de habitantes, provenían de hoteles, hospitales y algunos negocios privados con generadores propios. Las calles permanecieron prácticamente desiertas, sin transporte público ni semáforos en funcionamiento. Al amanecer del sábado, la situación seguía sin cambios.
Un desafío urgente para el régimen
Díaz-Canel afirmó que “no habrá descanso” hasta restablecer el servicio, pero la falta de recursos y las constantes averías complican los esfuerzos del régimen para poner fin a los apagones.
El colapso energético no solo agrava la crisis económica, sino que también alimenta un creciente malestar social, poniendo al régimen cubano ante uno de los desafíos más serios en los últimos años.
Fuente: Infobae